El presidente de Alemania habla del 8 de mayo como «día de guerra»

«Estamos todos conmocionados e irritados por la guerra ofensiva y brutal, violando el derecho internacional, que desde hace más de dos meses lleva a cabo una gran potencia nuclear contra un país soberano y democrático en Europa», señaló el máximo mandatario alemán en una intervención con motivo de la apertura del congreso federal de la Confederación Alemana de Sindicatos (DGB). La guerra en Ucrania supone «una ruptura con mucho de aquello que nos parecía natural. Es la ruptura de una época», comentó Steinmeier, quien subrayó que la guerra amenaza la existencia de Ucrania a la vez que el presidente ruso, Vladimir Putin, «destruye definitivamente los fundamentos del orden de paz europeo que habíamos construido tras la Segunda Guerra Mundial y el fin de la Guerra Fría».

El presidente federal reconoció de nuevo haberse equivocado a la hora de valorar a Putin y la política rusa. «Esta guerra nos obliga a aceptar dolorosas realidades. Estábamos demasiado seguros de que la paz, la libertad y el bienestar son algo natural», señaló Steinmeier, que seguidamente destacó que «tampoco había creído posible que al final el presidente ruso asumiera en su locura imperialista la ruina política, económica y moral de su propio país». Recordó que el último líder soviético, Mijail Gorbachov, es uno de los padres del concepto de la «casa común europea», pero afirmó que, con el fracaso de ese planteamiento, este aniversario del 8 de mayo es lamentablemente «un día de guerra».

Alemania se encuentra ahora «al lado de Ucrania, con total convicción y de todo corazón, junto con nuestros vecinos europeos», dijo el jefe del estado alemán, para el que es importante que «nosotros los europeos no nos dividamos de nuevo por nacionalismos agresivos y odio racial». Destacó además que por ese motivo «chirrían» a oídos alemanes las afirmaciones de Putin para justificar su agresión y la comparación de la lucha contra el nacionalsocialismo con «su brutal guerra ofensiva contra Ucrania que atenta contra el derecho internacional». Para el presidente federal de Alemania, las afirmaciones de Putin son «una pérfida y cínica manipulación de la historia».