Los ministros de Macron se juegan su cartera en las legislativas francesas

Pero esta vez el éxito de los miembros del Ejecutivo no está garantizado. De los quince miembros del Ejecutivo tres se encuentran en dificultades y podrían quedarse sin escaño en la Asamblea Nacional, la cámara baja del Parlamento. Borne, nombrada hace un mes primera ministra por Macron, se presenta por primera vez en su vida a unos comicios. Nunca ha ejercido un mandato local ni ha sido diputada ni senadora. Su carrera profesional la ha desarrollado en su integridad en la administración, en los gabinetes ministeriales y en las grandes empresas públicas.

La primera ministra competirá en la sexta circunscripción de Calvados con Noé Gauchard, representante de la Nueva Unión Popular, Ecológica y Social (Nupes). En la primera vuelta, Borne sacó el 34,3% de los votos y Gauchard el 24,5%.

Teniendo en cuenta los resultados de hace tres días, once ministros parecen bien posicionados para asegurarse una plaza en la Asamblea Nacional. Entre ellos, Gérald Darmanin (Interior) y Damien Abad (Solidaridades). Este último, que sufre una discapacidad física, se ha visto envuelto en un escándalo al ser acusado de violación por dos mujeres. Otros tres titulares de cartera están en apuros: Amélie de Montachalin (Transición Ecológica), Stanislas Guerini (Administración Pública) y el viceministro Clément Beaune (Asuntos Europeos).

De los 577 escaños en juego, solo cinco diputados fueron elegidos en la primera vuelta: cuatro de la unión de izquierdas (Nupes) de Jean-Luc Mélenchon y uno del partido de Macron. El partido de Macron y la unión de izquierdas de Mélenchon protagonizaron un empate técnico. La coalición presidencial obtuvo el 25,75% de los votos, mientras que Nupes logró el 25,66%.

A cuatro días de la segunda ronda de las legislativas, Macron instó este martes a los ciudadanos a dar el domingo a su partido «una mayoría sólida» en la Asamblea Nacional en nombre del «interés supremo de la nación». «Nada sería peor que agregar un desorden francés al desorden mundial», dijo en tono dramático el presidente aludiendo a la guerra de Ucrania y criticando, sin nombrarlos, los programas de Mélenchon y la ultraderechista Marine Le Pen. «Nada sería peor que perdernos en el inmovilismo, en el bloqueo y en las posturas», opinó el jefe de Estado, que considera que estas legislativas son «cruciales» para el futuro del país.

«Debemos defender nuestras instituciones ante todos aquellos que las combaten y las fragilizan», añadió Macron en una declaración solemne desde la pista del aeropuerto de París-Orly, antes de tomar el avión presidencial para visitar Rumanía y Moldavia, y posiblemente Ucrania.

El ecologista Julian Bayou piensa que las palabras del inquilino del Elíseo demuestran que «está perdiendo los nervios» ante la posibilidad de que su partido no logre la mayoría absoluta, fijada en 289 escaños. Bayou denunció «el intento de diabolizar» a la Nupes por parte de los macronistas.

Mélenchon, líder de la unión de izquierda, sueña con que la Nupes obtenga la mayoría absoluta. Según sus cálculos, si esto ocurre, Macron se vería obligado a nombrarle primer ministro y habría cohabitación, la convivencia forzosa entre un presidente y jefe de Gobierno de distinto signo político. Este escenario, sin embargo, es bastante improbable, según las proyecciones de todos los institutos de sondeos sobre el reparto de escaños en la Asamblea Nacional.