La economía y la política fiscal centran el debate entre los candidatos a sustituir a Johnson

El formato de los debates televisados no permite la exposición de argumentos largos y se convierten una y otra vez en intercambios de eslóganes preparados por los asesores comunicación. El exministro de Hacienda interrumpió con frecuencia a la titular de Asuntos Exteriores, añadiendo confusión. El Partido Conservador organizará otros doce cara a cara a partir del jueves.

Truss ha acusado a Shunak de prolongar con sus subidas de impuestos una política económica que ha generado bajo crecimiento en las dos últimas décadas, y de provocar una posible recesión. Sunak ha reprochado a Truss que su ambición de reducir impuestos dejará a generaciones futuras la tarea de pagar la deuda del Estado, agravará la inflación y multiplicará los tipo de interés.

El Reino Unido tiene una deuda equivalente al 96% de su Producto Interior Bruto anual y un pronóstico de crecimiento del 1.8% en 2022-23. La última cifra de inflación es del 9.4% con respecto al año anterior y, aunque ha tenido superávit en el último año fiscal, cerrado en marzo, la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria, que analiza las finanzas del Estado, cree que tendrá déficit en el nuevo ejercicio.

Truss se compromete a anular las subidas de impuestos anunciadas por Sunak en 2021: del 1.25% en los no contributivos que empresas y empleados pagan anualmente al Seguro Nacional y del 19% al 25% en el impuesto sobre beneficios para compañías con resultados positivos por encima de más de 300.000 euros. La presión fiscal solo se asemeja a la que existió tras la Segunda Guerra Mundial.

La candidata favorita de las casas de apuestas comparó a Sunak con el último primer ministro laborista, Gordon Brown, pero su rival le atacó resaltando que un economista que apoya su programa, Patrick Minford, asesor en su día de Margaret Thatcher, había sugerido que con el plan de Truss los tipos de interés podrían subir hasta un 7%. Para Sunak causaría graves problemas a quienes tienen hipotecas.

Minford fue muy criticado durante las campañas del Brexit por su defensa de la marcha de la Unión Europea y de la reducción radical de aranceles, aceptando como consecuencia de tal política la quiebra de buena parte de la industria y la agricultura británicas. Tras el ataque de Sunak, ha puntualizado que el 3% sería un buen tipo para una economía normalizada, «saneada» tras el largo tiempo de dinero fácil.

La visión de la probable sucesora de Johnson es que la reducción de impuestos aumentará la demanda doméstica y favorecerá la inversión para producir más bienes de consumo, cuando esa reducción será reforzada además por la eliminación rápida de regulaciones consideradas como contrarias al crecimiento. Al Banco de Inglaterra, responsable de la política monetaria, le daría «directiva» para corregir la inflación.

Los políticos del Brexit, que Truss ahora abandera, tienen relaciones conflictivas con los jueces, los funcionarios y con la BBC, también con los gestores del Servicio Nacional de Salud. La candidata quiere influir en la política del Banco Central, al que el laborista Brown dio independencia. Y tilda a Sunak de representar una 'vieja ortodoxia', que lastraría al Tesoro.

Los miembros del Partido Conservador, en torno a 160.000, recibirán sus claves para votar por internet en los primeros días de agosto. Aunque la urna electrónica se cerrará el 2 de septiembre -y el anuncio de los resultados se hará el 5-, la expectativa es que la mayoría de los afiliados voten en los primeros días, sin esperar al fin de la saga de debates entre Sunak y Truss.