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Juan Carlos Barrena
Corresponsal. Berlín
Sábado, 7 de octubre 2023, 17:58
La coalición de gobierno en Berlín, formada por socialdemócratas (SPD), verdes y liberales (FDP), se somete este domingo a examen bajo amenaza de suspenso en las elecciones regionales de los estados federados de Baviera y Hesse. Todos los sondeos auguran resultados catastróficos para el tripartito, ... cuando la alianza política alcanza el ecuador de la legislatura y las tensiones entre las tres formaciones son cada vez más evidentes. Los comicios en los estados federados situados en el sur y centro del país son por ello una prueba complicada para el Ejecutivo del canciller federal, Olaf Scholz, cuando la popularidad del mismo se encuentra en el punto más bajo de los últimos dos años.
Prácticamente la cuarta parte de los alemanes están llamados a las urnas para elegir a los miembros de los dos parlamentos regionales. En Baviera viven 13,4 millones de personas y en Hesse 6,4. Ambos estados juntos suponen casi el 24% de la población de la República Federal. Las encuestas previas a los comicios indican que socialdemócratas, verdes y liberales perderán electores en las dos regiones o se mantendrán a niveles mínimos. En Baviera, donde está cantada la victoria de la Unión Socialcristiana (CSU), seguirán los tres más que probablemente condenados a la oposición y, en Hesse, verdes y socialdemócratas lucharán por ser quienes den la mayoría a los seguros ganadores cristianodemócratas (CDU) para gobernar, aunque los ecologistas juegan con ventaja, ya que son miembros del Ejecutivo saliente.
Los últimos sondeos dan en Baviera hasta un 37% de votos a la CSU, mientras el SPD no superaría el 9%, Los Verdes alcanzarían sobre un 15% y los liberales quedarían fuera de la Cámara con sólo un 3%. Los llamados Electores Libres, partido conservador de ámbito regional y actuales socios de coalición en el gabinete del socialcristiano Markus Söder, sumarían un 15% de las papeletas y los marginados ultranacionalistas de Alternativa para Alemania (AfD) un 14%. En Hesse, triunfarán igualmente los conservadores de la CDU con hasta un 32%, mientras el segundo lugar se lo disputan el SPD, Los Verdes y AfD, que rondan todos el 17% de sufragios. Los liberales podrían quedar igualmente fuera del Parlamento de Wiesbaden cuando todos los sondeos los sitúan en el límite del 5% de votos para conseguir diputados.
Especialmente incómoda puede ser la noche electoral para los socialdemócratas de Scholz. Si las cosas salen realmente mal como parecen presagiar los sondeos, en Baviera volverán a convertirse en tan sólo la quinta fuerza de la región, dominada desde siempre por los socialcristianos, que en tiempos del legendario Franz Josef Strauss llegaron a gobernar con mayorías absolutas. Y en Hesse, antiguamente un feudo de la izquierda, podrían verse superados no sólo por los conservadores y los ecologistas, sino también por los populistas de Alternativa para Alemania, que se encuentran en pleno auge en todo el país, aunque el aislamiento estricto al que los someten el resto de las formaciones a nivel nacional, regional y municipal hace que sus posibilidades de influir directamente en la política alemana sea prácticamente igual a cero.
«Nunca en la historia, la confianza en el partido del canciller federal había sido tan bajo mediada una legislatura como en otoño de 2023», afirmaba Manfred Güllner, analista del instituto demoscópico Forsa. Hasta ahora el Partido Socialdemócrata se ha mostrado sumamente disciplinado desde que Scholz es jefe de gobierno, pero se registra ya una cierta insatisfacción en sus filas. Últimamente se ha hablado mucho sobre migración y demasiado poco sobre los temas centrales del ideario del partido, dicen unos. Otros critican que los socios menores de la coalición en Berlín, verdes y liberales, hacen lo que les da la gana y torean al SPD a capricho. Quizás ahora, según desea el ala más a la izquierda del partido, se busque más la confrontación con el FDP y su presidente y ministro federal de Finanzas, Christian Lindner.
Manfred Güllner
Analista del instituto demoscópico Forsa
Para este y su formación tampoco parece que la noche del domingo vaya a ser una velada de alegrías. En el peor de los casos se quedarán sin representación parlamentaria en las dos cámaras, como ya ha sucedido en los estados de Baja Sajonia y Berlín. En Schleswig-Holstein y Renania del Norte-Westfalia lograron conservar diputados, pero perdieron su participación en los respectivos ejecutivos regionales. Hasta ahora, con cada descalabro regional, los liberales han buscado incrementar su protagonismo en el Gobierno federal, aun provocando irritaciones en sus socios de coalición. Es de esperar que vuelva a suceder lo mismo. Por lo pronto, este miércoles la ejecutiva del FDP dejó claro ya por escrito que en lo que queda de legislatura «no habrá más ampliaciones de las ayudas sociales» como reclaman SPD y ecologistas.
Estos últimos, que se han visto obligados hasta ahora más de una vez a tragar sapos y culebras a presión de los liberales en materia de cambio climático y transición energética, son, pese a todo, los que mejor parados saldrán del tripartito gobernante en los comicios de este domingo. Aunque en Baviera son la formación que más ha atacado la CSU en campaña, más incluso que a los ultranacionalistas de AfD, han conseguido en esa región estabilizarse a unos niveles relativamente altos. Los sondeos les conceden cifras similares a las de su récord electoral de 2018. Lo mismo sucede en Hesse, donde se han convertido en un socio pragmático de la CDU, con la que esperan repetir para mantenerse en el poder.
13,4 millones
de personas viven en el estado federado de Baviera y 6,4 en Hesse. Entre los dos suman casi el 24% de la población de Alemania.
Así las cosas y pese a las divisiones en el seno de la coalición gubernamental en Berlín, socialdemócratas, verdes y liberales están condenados a entenderse para tratar de mejorar sus perspectivas electorales en futuros comicios. El panorama sólo es alentador actualmente para los conservadores de CDU y CSU, que a nivel nacional forman una unión indivisible desde la creación de la República Federal. Los sondeos les son favorables. Los más recientes para unas generales en Alemania les conceden un 27% de votos, mientras el SPD ha caído hasta el 17%, Los Verdes rondan el 15% y Los Liberales el 5%. Juntos ahora, los tres últimos no tendrían la mayoría suficiente para formar gobierno. Preocupante es que cualquiera de las tres formaciones del tripartito se vería ampliamente superada por los euroescépticos y xenófobos de AfD, que se han aupado al segundo lugar del espectro político con un 22% de votos potenciales y se han hecho fuertes en el este del país. En varios de los nuevos estados federados Alternativa para Alemania es ya la primera fuerza.
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