Portugal imputa a un ciudadano alemán la muerte de Madeleine McCann

Brückner, de 45 años, está cumpliendo condena en Alemania por la violación en 2005 de una septuagnaria estadounidense en la misma zona de la región portuguesa donde desapareció Madeleine. Encadenó está pena de siete años en 2019, con otra que ya le mantenía en prisión por tráfico de drogas. En junio de 2020 las propias autoridades germanas le señalaron como posible sospechoso de la desaparición de la pequeña, que contaba con sólo 3 años cuando se perdió su pista.

Desde entonces el caso transita por una triple vía de investigación, además de la portuguesa y la británica, también la alemana. Y acaba de arrojar la primera imputación formal. El jueves, la sección de Portimao del departamento de investigación y procesamiento penal de Faro emitía un comunicado que confirmaba haber encontrado un 'arguido', «sospechoso designado» o «sospechoso formal» en su traducción legal del portugués.

Se trata de la primera vez que los jueces de este país identifican oficialmente a un sospechoso en el caso desde que Kate y Gerry McCann, los padres de la niña, fueran señalados como tales en 2007 -se les absolvió un año después-.

Anteriormente lo hicieron con Robert Murat, un promotor inmobiliario anglo-portugués que vivía a 100 metros de donde desapareció la niña y que ayudó en la búsqueda inicial, como este viernes precisaba el diario británico 'The Guardian'.

La policía alemana dio hace dos años como «probable» la muerte de la pequeña. De hecho tanto La Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) como la fiscalía de la ciudad de Braunschweig, que llevan el caso, trabajan con ese supuesto. En su dossier también figura una acusación contra Brückner por la violación de una camarera, Hazel Behan, en 2004 también en Portugal.

Las autoridades británicas, por su parte, mantienen el expediente de la pequeña 'Maddie' como el de una persona desaparecida ya que no tiene «pruebas definitivas» sobre su posible fallecimiento. Sus padres han expresado en varias ocasiones que «aún confían» en que pueda estar viva.

La imputación de Portugal podría permitir el traslado al Algarve de Brückner para un interrogatorio formal. Aunque este viernes su abogado restaba trascendencia a la medida. El letrado alemán Friedrich Fülscher consideró que el paso dado por las autoridades portuguesas «no debe ser sobrevalorado». Aunque preció que no conoce la legislación «al detalle» de ese país «parto del supuesto de que esa medida es un acto procesal para evitar la amenaza de que el crimen prescriba en pocos días».

Y es que según explicó en declaraciones recogidas por el diario alemán 'Bild', al contrario de lo que sucede en Alemania, donde los asesinatos no prescriben, el Código Penal de Portugal contempla al menos plazos de prescripción que se mueven entre los cinco años para los delitos menos graves y los quince para los más graves, como se considera el de la desaparición de Madelaine McCann. El plazo vencería en menos de dos semanas, el próximo 3 de mayo.