Golpe de los federales a Trump en los tribunales

Los hallazgos más notables incluyen que el exmandatario y sus asesores legales se negaron repetidamente a entregar el material clasificado incluso después de una citación y una supuesta «búsqueda a fondo».

Los documentos clasificados del Gobierno se sacaron de la sala donde se almacenaban y se ocultaron, y los abogados de Trump mintieron y firmaron documentos señalando que todo el material clasificado ya se había entregado.

Para rematar, una fotografía muestra las numerosas carpetas de documentos marcados como secretos o ultra secretos, desplegados en el suelo del despacho de Trump en Mar-a-Lago, donde el FBI incautó cajas y contenedores que contenían más de 100 documentos de secretos clasificados en los cajones de su escritorio.

Trump, que ha tratado de impedir en corte, tarde y con errores, que la Justicia revisara el material incautado, ha logrado con su desafío legal al Gobierno que las pruebas de su obstrucción de la investigación federal sean ahora públicas y parte del registro judicial.

El desesperado expresidente, que ve sus opciones legales agotarse cada día, clamaba desde su plataforma mediática ser víctima del Gobierno, trataba de resucitar la conspiración del QAnon, desaparecido de muerte natural, y prometía un discurso nacional en Pensilvania este fin de semana ante multitud de sus seguidores.

Mientras tanto, los republicanos guardan silencio.