Tamara Falcó e Íñigo Onieva ponen tierra de por medio

Precisamente, se trataba del uniforme de enfermera que usan las voluntarias de la Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes, con vestido azul marino y cuello, puños, cofia y delantal blancos. Completaba el conjunto un cinturón elástico azul marino con una hebilla dorada de la Hospitalidad y la medalla del colectivo. Su función como voluntarias es la de ayudar a otros creyentes a llegar a este sagrado lugar para que puedan cumplir sus promesas.

En su viaje no ha estado sola ya que, curiosamente, le acompañaba la tía de su expareja, Natalia Onieva. También formaba parte de la expedición María Hernández, creadora de contenidos a la que se relaciona con Luis Giménez, exmarido de Marta Pombo.

Mientras Tamara se entregaba a su fe, Íñigo también se alejaba de Madrid, en su caso, rumbo a Turquía junto a su madre. Y es que parece que la del ingeniero no es la única de la familia. Su madre, Carolina Molas, se separó de su segundo marido el pasado verano por lo que el revuelo mediático en torno a su hijo le cogió con las defensas bajas ya que estaba saliendo de su propia tormenta sentimental.

Carolina se había casado en segundas nupcias en 2017 con José Ignacio de Guadamillas y aunque nada hacía sospechar que su relación estaba pasando por una crisis, la revista '¡Hola!' ha podido confirmar el fin de su matrimonio.

Tras estos dos difíciles acontecimientos familiares, el joven y su madre se han tomado un respiro alejándose del foco mediático de las últimas semanas y, según ha publicado en sus historias el exnovio de Tamara, están disfrutando juntos de cada rincón de Estambul. Su madre está siendo un pilar fundamental para Íñigo, de hecho, era ella la que se colocaba a su lado el día que decidió hablar ante los reporteros y volver a pedir perdón públicamente a su expareja (ya lo había hecho mediante un comunicado) mientras solicitaba poder volver a su día a día con normalidad. Antes ya lo había hecho ella, que llegó a derrumbarse delante de las cámaras por la presión mediática a la que se vio sometida los primeros días posteriores a la ruptura de su hijo.