Los hombres de la vida de Tamara Falcó

Aunque su primer amor fue un compañero de estudios de Estados Unidos llamado Collins, su primer novio oficial fue Álvaro Comenge, hijo del arquitecto Alberto Comenge y de Mari Luz Barreiros. Dicen de él que siempre fue el favorito de Isabel Preysler. Ambos pertenecían al mismo círculo de amigos y se conocían de toda la vida. En 2004, cuando Tamara tenía 23 años, la amistad se convirtió en algo más, pero este romance apenas duró un año. En el verano de 2005, Tamara volvía a estar soltera. Años después, a él se le relacionó con la modelo Blanca Romero y volvimos a saber de su vida en 2014, cuando se casó con una arquitecta catalana.

En 2006 se relacionó a la hija de la reina de corazones con Bartolomé Fierro March, perteneciente a una saga de banqueros, aunque Tamara desmintió que fueran más que amigos. Acudieron juntos a la famosa fiesta Flower Power de Pachá Ibiza y fueron captados por los fotógrafos. Luego llegarían un par de viajes más, pero parece que todo quedó en un romance de verano.

Quien sí que dejó huella en el corazón de Tamara fue Marco Noyer, un banquero franco-argentino con quien estuvo saliendo durante más de tres años y con quien se trasladó a Francia. Comenzaron su noviazgo cuando él acababa de terminar sus estudios, tras los que se marchó a París para hacer un máster. La marquesa de Griñón no dudó en marcharse a su lado. Allí se intensificó su relación con la moda y realizó sus primeros trabajos como diseñadora. Sin embargo, después de terminar sus estudios, Marco Noyer comenzó a trabajar en diferentes ciudades del mundo y parece que tanto viaje desgastó un noviazgo que terminó en 2009.

En 2018, el banquero se casó con la multimillonaria heredera Bryna Butler, hija del Robert T. Butler, presidente de Subaru para Estados Unidos, en un enlace en Palm Beach al que acudieron Alonso Aznar y Vega Royo-Villanova.

En 2010 Tamara vivió una historia digna de un guión de película romántica vespertina. El italiano Tomasso Musini llegó a Madrid después de licenciarse en Económicas en Estados Unidos y unos amigos comunes los presentaron. Comenzaron siendo compañeros de piso y, como el roce hace el cariño, acabaron como pareja. Estuvieron juntos solo unos meses entre 2010 y 2011, aunque la amistad todavía perdura. De hecho, Tomasso fue uno de los grandes apoyos de Tamara cuando falleció Miguel Boyer, el padre de su hermana menor.

Tras el italiano llegó el turno de Enrique Solís, hijo de Carmen Tello y del marqués de la Motilla. Aunque se empeñaron en decir que lo suyo no era más que una bonita amistad, era habitual verlos juntos. Incluso la marquesa de Griñón acudió como su acompañante a la boda de Miguel Solís en Sevilla. Durante un tiempo, en 2014, fue habitual verlos en cenas de gala o inauguraciones. Tamara llegó a presentarle a su padre. Sin embargo, él tampoco se convertiría en el hombre de su vida.

Con la separación de Solís, llegó el mutismo a la vida de Tamara. Siete años pasaron sin que se le conociera ninguna otra pareja hasta que en 2019 presentó a su nuevo amor, Iván Miranda Álvarez-Pickman. Hijo de Íñigo Miranda y Quiroga y Macarena Álvarez-Pickman Urquijo, biólogo, de buena planta, deportista, políglota, profesional y solidario. Parecía tenerlo todo para ser la pareja ideal de Tamara, sin embargo el amor les duró tres meses. Nada más anunciar su ruptura, la marquesa entró en las cocinas de Masterchef Celebrity, que marcaría un punto de inflexión en su vida, logrando cambiar la imagen pública que la gente tenía de ella y convirtiéndose en uno de los rostros más solicitados del panorama social.

En esas estaba cuando, apenas unas semanas antes de que estallara la pandemia en marzo de 2020, la marquesa coincidió con Íñigo Onieva en la fiesta de cumpleaños de una amiga común. Fue él quien dio el primer paso y le pidió una cita. Desde entonces sus perfiles de Instagram y la crónica social cuentan su historia de amor, con sus altibajos incluidos, a la que pondrán el boche de oro este sábado con el sacramento del matrimonio.