El entorno de Britney Spears da la voz de alarma sobre la situación de la cantante

En este sentido, estas fuentes próximas a la artista señalan que no estaría tomando su medicación y que, sin embargo, sí consumiría alcohol y varias drogas, lo que es especialmente peligroso dado su historial de adicciones. Desde que comenzó su carrera musical, esta ha estado salpicada por diferentes ingresos en centros de rehabilitación. De hecho, todas las personas consultadas por 'TMZ' consideran que «fue un gran error poner fin a la tutela», si bien reconocen que el padre de la cantante, Jamie Spears, ya no era la persona adecuada para llevara a cabo.

El medio habla de «cambios de humor radicales» y «ataques de ira que terminan en violencia física». «Hay ocasiones en que es imposible comunicarnos con ella porque no puede entablar una conversación racional», aseguran desde el entorno de Britney Spears.

Además, subrayan que la persona que está a su lado no sería la más adecuada para favorecer su estabilidad. La cantante está saliendo con Paul Soliz, «un delincuente que dirige su casa y su vida», destacan. Fue precisamente con Soliz con quien Britney protagonizó el episodio en el Chateau Marmont, en Sunset Strip. Una bronca en la habitación del hotel que se extendió hasta el pasillo y que terminó con voces hacia otros clientes del establecimiento. Fue necesaria la presencia de los sanitarios y de aquel momento quedó testimonio gráfico, con unas fotografías en las que aparece la estrella de la música semidesnuda, tapándose el cuerpo con un almohadón mientras sale del hotel junto a los profesionales médicos.

Aunque salía caminando, luego, pudimos comprobar que tenía una grave lesión en el tobillo. Fue la propia Britney quien lo contó en sus redes sociales, mostrando su extremidad muy hinchada y sugiriendo que quizás iba a necesitar una cirugía. Sin embargo, el grave daño en su pie no le ha impedido conducir y solo unos días después se le ha visto al volante de un Mercedes blanco por Thousand Oaks.

Antes de la bronca en Chateau Marmont, ya habían protagonizado otra en un hotel de Las Vegas donde Britney tuvo que abonar varios miles de dólares para reparar los daños causados. Una situación que se repite y que tiene en vilo a su entorno. Consideran que sus decisiones económicas y sus gastos desaforados están llevándola a la quiebra y que «si las cosas continúan como hasta ahora, Britney está en grave peligro».

De momento, el abogado de la artista, Mathew Rosengart, no se ha pronunciado sobre estas duras advertencias, lo que sí cabe esperar es una respuesta de la propia Britney que, tras tomar las riendas de su vida, no está dispuesta a renunciar con facilidad. De hecho, tras la bronca en el hotel de Sunset Strip, acusó a su madre de haber sido ella la encargada de filtrar a la prensa dónde estaba y desmintió que hubiese habido problema alguno más allá de su lesión en el pie.