'Tengo niños' y otras excusas peregrinas de los salmantinos para no ser mesa electoral

El intento de librarse de pasar el día detrás de una mesa de votaciones está complicando la formación de las mesas. Los 70 euros que se pagan (y reducción de la jornada laboral al día siguiente) que se ofrecen no parecen incentivo suficiente y centenares de personas están ejerciendo su derecho de presentar excusas. Desde que se hizo el sorteo, ha ido llegando un torrente de alegaciones que se han resuelto progresivamente.

Por ahora, y con dato hasta este 22 de mayo, un total de 413 personas han obtenido una dispensa de la Junta Electoral Central para formar parte de una mesa elecotral en Salamanca y se libran de pasar el próximo domingo entero cumpliendo con esta obligación. Este es el dato con el que cuenta el Ayuntamiento de Salamanca, que a principios de mayo hizo el sorteo para formar parte de las numerosas mesas repartidas por la ciudad.

La gran mayoría de las peticiones registradas, el 80% de los casos, corresponden con motivos reconocidos como ser mayor de 65 años (la excusa más frecuente), tener alguna discapacidad o estar incluído en algún colectivo esencial, como agentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado o medios de comunicación.

La junta electoral da hasta el viernes para recibir excusas: es el plazo legal de 72 horas antes de la celebración de los comicios. A partir de ese día, las peticiones hay que hacerlas de forma inmediata hasta una hora antes de constituirse la mesa el mismo día de las votaciones.

Hasta ahí, lo normal, pero la autoridad electoral en la capital y su partido judicial han recibido numerosas peticiones para faltar a una mesa alegando motivos insólitos o peregrinos. Según explica la junta electoral de zona, uno de los más frecuentes es tener niños, sin más. «Se abusa mucho de este pretexto», apuntan sobre un supuesto que sólo nos permitirá librarnos en circunstancias muy concretas.

Así, el hecho de tener un menor a cargo no basta como eximente para acudir a la mesa electoral si nos ha tocado en el sorteo. Si lo hacemos, y así está ocurriendo en muchos casos en Salamanca para este 28M, alegando por ejemplo que no tenemos con quién dejarlo, nos exigirán fundamentarlo con motivos laborales, con los que no bastará si tenemos un cónyuge o familiar con quien dejarles.

Sí servirá, por ejemplo, si tenemos alguna celebración familiar. La instrucción que manejan las autoridades electorales habilita a quienes tengan programado un evento y tengan que acudir, hasta segundo grado familiar, pero sólo para el día de la celebración o si tenemos un viaje largo. Si está fundamentado, la autoridad electoral puede atender una excusa para no estar en la mesa electoral si una celebración de este tipo nos obliga a regresar desde lejos.

La autoridad electoral ha resuelto también algunos casos extremos. Uno de ellos tiene que ver con la celebración de un cabo de año de las cenizas de un difunto. Una persona seleccionada para una mesa electoral en Salamanca explicó que tenía prevista una reunión con ese motivo último. En este caso, la excusa presentada era la de una celebración que había requerido de una larga preparación.

Algo parecido ocurre con los viajes. La junta electoral de zona ha resuelto también un caso en el que la jornada electoral le coincidía a una persona con un viaje largamente planificado. Tras solicitar toda la documentación acreditativa, se comprobó que obligar a esta persona a estar el domingo en una mesa le generaba un importante daño económico ya que perdería las reservas.

En cuanto al proceso para formar mesa, las numerosas peticiones para darse de baja van a obligar a hacer llamamientos casi hasta el último día. A razón de nueve titulares y tres suplentes por mesa, hacen falta unas 1.600 personas para completar las mesas electorales repartidas por la capital.

En caso de que no haya problemas para conformar una mesa por falta de asistencia, hay que recordar que la normativa faculta para sentar a cualquier persona que esté en el colegio electoral. Los que estén citados para ser mesa y no acudan, ni dispongan de dispensa, se exponen de una multa desde 360 a 290.000 euros.