Borrar
Urgente Fallece el exárbitro salmantino Joaquín Ramos Marcos
Elecciones andaluzas: Entre la sorpresa y lo sorprendente
Elecciones andaluzas

Entre la sorpresa y lo sorprendente

Las elecciones andaluzas las ha ganado el PP con esa mayoría absoluta a la que el partido aspiraba en sus sueños más dulces

Felipe Benítez Reyes

Domingo, 19 de junio 2022, 23:12

La demoscopia tiene una cosa en común con la videncia: que a veces acierta y a veces no, aunque casi nunca acierte del todo. Las elecciones andaluzas las ha ganado el PP con esa mayoría absoluta a la que el partido aspiraba en sus sueños ... más dulces para no tener que someterse a la pesadilla amarga que se le planteaba como alternativa: la negociación con Vox para formar un gobierno de coalición en el que los de Olona serían el caballo de Troya, con las riendas manejadas a distancia por Santiago Abascal en su papel de jinete del Apocalipsis. Dado que las formaciones de izquierda se apresuraron a dejar claro que no se abstendrían en la investidura para permitir gobernar en solitario del PP, la responsabilidad directa de la entrada de Vox en el Ejecutivo andaluz hubiese sido del PP, por supuesto, pero hubiese tenido como responsable subsidiario a las izquierdas, en una muestra palmaria de la prevalencia del tacticismo partidista frente al interés general.

La oposición iba a divertirse mucho en el Parlamento andaluz echándose las manos a la cabeza con las propuestas regresivas de Vox, pero gran parte de la ciudadanía hubiese padecido las consecuencias prácticas de esas propuestas. Nunca sabremos hasta qué punto el anuncio de esa negativa ha fomentado el voto útil -o quizá, más exactamente, del miedo- entre sectores indecisos, que suelen ser los que al final deciden.

Juanma Moreno sabía mejor que nadie que Vox, más que un socio, iba a ser un saboteador interno, y esa parecía ser la esperanza de las izquierdas: que el Gobierno andaluz se desgastase hasta el límite del esperpento. Un esperpento ya desde el inicio: la incorporación a un gobierno autonómico de un partido que promueve el desmantelamiento de las autonomías.

Con su falta de representación, Ciudadanos deja de ser el factor de moderación que Moreno se ha atribuido, en tanto que el candidato del PSOE cumple con lo esperado: un político-antorcha para ser quemado a la espera de tiempos mejores para las siglas en Andalucía. Por su parte, la fragmentación de la izquierda de ala dura, provocada por su batalla de personalismos y por su divergencia en los detalles en detrimento de su conciliación en lo esencial, es un nuevo aviso -nunca tenido en cuenta- de que la atomización únicamente aporta confusión, dispersión y desencanto a su electorado potencial.

Se abre, en fin, el telón.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

salamancahoy Entre la sorpresa y lo sorprendente