El Gobierno baraja restringir los visados para ricos que compran vivienda

Fuentes del Ministerio de Seguridad Social confirman que «es una hipótesis que nos han planteado algunos grupos y que vamos a estudiar», en un momento en el que la tensión en el mercado de la vivienda está centrando la estrategia política de los distintos partidos a las puertas de las elecciones municipales del peróximo 28 de mayo.

Tal y como ya informó este periódico, lo cierto es que el bajo número de 'golden visa' expedidas (apenas 451 en 2022, un 50% menos que el anterior) pone en duda que este sea el motivo principal de encarecimiento del precio de la vivienda. Pero resulta evidente que algo contribuye, dentro de que los inversores extranjeros (no solo los extracomunitarios, que son los que reciben este tipo de visados) han engordado de forma notable su peso en el mercado nacional en los últimos años.

La propuesta presentada por Más País-Equo en febrero -tras una subida de los precios de la vivienda libre del 7% en 2022- que es la que ahora valora el Ministerio de Seguridad Social, solicita la supresión de los permisos de residencia para los inversores extranjeros, al considerar que sus movimientos son «especulativos».

Según denuncian desde el partido de Íñigo Errejón, este tipo de operaciones se llevan a cabo sin el necesario control para investigar el origen de los patrimonios. Algo que desde la Comisión Europea también han aconsejado vigilar en diversas ocasiones, provocando que algunos países de nuestro entorno se sumen a estas restricciones.

Portugal, por ejemplo, decidió el pasado febrero poner fin a este mecanismos que concede la residencia a cambio de inversión inmobiliaria o creación de puestos de trabajo que regía en el país desde 2012. Desde entonces, y según los datos ofrecidos por el Ejecutivo luso, se habían concedido unas 11.535 visados por esta bía, con los que se había logrado una inversión de más de 6.700 millones de euros.

De todos estos visados ya concedidos, el Gobierno solo renovará aquellos que usen la vivienda de forma permanente o la ponganen alquiler por un periodo duradero, una línea similar a la reciente propuesta de Yolanda Díaz para limitar la venta de casas en determinadas zonas si no es para vivir.

En todo caso, el fin de las 'golden visa' en Portugal forma parte de un paquete de medidas más extenso con el que se intentará frenar el alza de precios de los últimos años. La otra medida más potente que forma parte del plan es la de prohibir los pisos turísticos, salvo en zonas rurales o despobladas del país.

Limitar la compra de casas a extranjeros es algo más habitual de lo que se podría pensar, con restricciones en países avanzados como Austria, Suecia, Dinamarca o Nueva Zelanda.

El último en sumarse a esta ola ha sido este año Canadá, donde el gobierno de Justin Trudeau prohíbe desde el pasado 1 de enero la compra de viviendas por parte de foráneos de forma temporal, durante un periodo de dos años. Eso sí, la medida tiene excepciones. En concreto, pueden comprar si lo hacen fuera de centros urbanos de al menos 100.000 habitantes, además de tener permiso de trabajo o sean familiares o estudiantes con residencia permanente.