El euro ya vale lo mismo que el dólar por la debilidad europea

Si alcanza el mismo nivel de cambio (uno frente a uno), será la primera vez que ambas valgan lo mismo por primera vez en los 20 últimos años. Fue en 2008, justo antes de la crisis financiera, cuando el euro tocó máximos al cambiarse a 1,58 dólares. Ayer se mantuvo prácticamente en plano al final de la jornada, aunque suma prácticamente un año a la baja, periodo en el que ha perdido un 20% de su valor.

La caída del euro se explica fundamentalmente por la incertidumbre que rodea a las expectativas de la economía de la zona euro, fuertemente lastrada por los efectos de la invasión rusa de Ucrania. El Banco Central Europeo (BCE) subirá los tipos de interés probablemente el próximo día 21, aunque lo haría en 0,25 puntos, el mínimo al que aspira, lejos de alzas de tipos de medio punto, como algunos analistas esperaban. Pero esa decisión no termina de llegar;ha sido postergada durante varias semanas;y las declaraciones de varios miembros de su consejo han sido contradictorias acerca del grado de actuación en cuanto a la subida de tipos de interés europeos.

Muy al contrario, en estos últimos meses la Reserva Federal (FED) ha incrementado sus tipos de interés hasta el entorno medio del 1%, en una política monetaria mucho más ágil y dinámica ante los elevados niveles de inflación registrados en ese país desde el inicio de la invasión.

La caída del euro tiene un efecto fundamental en el capital que Europa destina al pago del petróleo que recibe del resto del mundo, ya que esta materia prima se abona en dólares. Al estar cada vez más fortalecida esa moneda, el desembolso es cada vez mayor por parte de las economías europeas, como la española.

Ayer, el precio del barril de petróleo de calidad Brent, referencia para el Viejo Continente, cotizaba a 107 dólares, con un avance del 1,5%. Desde la firma especializa Monex Europe señalan que «cuanto más tiempo cotice el euro en estos niveles tan bajos, más probable será que el BCE intervenga, haciendo que se especule con un movimiento de 50 puntos básicos en su próxima reunión».

Más allá de los propios niveles de cotización, la caída del euro frente al dólar tiene su impacto en las economías domésticas de todos los europeos, aunque con diferentes versiones. Europa tiene que pagar más, bastante más, por las materias primas, cuyo precio se fija en dólares, y en un momento en el que el petróleo y el gas están disparados. Las empresas estadounidenses pueden verse perjudicadas porque sus productos se vuelven más caros para los compradores extranjeros.

Además, quienes operan con euros tendrán una pérdida de valor en comparación con la moneda estadounidense, lo que se suma a la merma del poder adquisitivo que ya se sufre por la alta inflación, que está en máximos históricos por encima del 8% en la zona euro y del 10% en España.

El alza de tipos en EE UU ha elevado las rentabilidades de la deuda estadounidense al 3%, lo que atrae a los inversores que buscan mayores rendimientos.

Además, las exportaciones son ahora más baratas para Europa. Aunque en economías netamente importadoras, como la española, la factura de los productos y bienes que recibe le salen más caros.

Otra variable, ésta positiva, tiene que ver con el turismo. Mientras que los viajeros deEstados Unidos que viajan a Europa podrán comprar más barato, los europeos que vayan al país norteamericano tendrán que gastar más dinero por el efecto del cambio de divisa.