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La economía española sigue creciendo a un ritmo sorprendente no solo para los organismos que van actualizando sus previsiones, sino para el propio Gobierno que en sus cálculos macroeconómicos pronosticó un avance del Producto Interior Bruto (PIB) que ahora se está cuestionando al alza. El ... último en hacerlo ha sido nada menos que el Fondo Monetario Internacional (FMI), que en su Informe de Perspectivas de la Economía Mundial (WEO, por sus siglas en inglés) publicado este martes indicó que el PIB crecerá un 2,5% este año, un punto más de lo pronosticado hace solo tres meses por el organismo y casi medio punto más que lo que prevé el Gobierno (2,1%).
El organismo con sede en Washington considera que la razón fundamental de esta mejora económica se debe a la «mayor solidez de los servicios y el turismo» en España. En este informe de verano no da mucho más detalles sobre la economía española, pero sí que compara la situación con el resto de la eurozona y apunta al crecimiento robusto del PIB en nuestro país. «(Dentro de la eurozona) el crecimiento se revisa al alza en Italia (0,4 puntos más) y en España, que avanzará un punto más de lo previsto». Una situación muy diferente a la de otras potencias europeas como Alemania, que entrará en recesión este año (-0,3%) por la «debilidad del producto manufacturero y la contracción económica del primer trimestre».
España crecerá más del doble que el conjunto de la zona euro, donde el PIB avanzará un 0,9% en 2023 y repuntará al 1,5% en 2024. El crecimiento de España estará muy por encima también que el de Francia (0,8%) e Italia (1,1%), y si se mira fuera de la UE también será superior al de Reino Unido (0,4%) o Estados Unidos (1,8%). El Gobierno valora muy positivamente las cifras publicadas por el FMI sobre España, ya que es «una de las mayores revisiones al alza». «España tendrá el crecimiento más alto de las principales economías desarrolladas en 2023 y 2024, con un crecimiento que este año será casi el triple que el estimado para la zona euro», destacan desde el Ministerio de Asuntos Económicos.
Tras dos años muy duros para el sector turístico, el 'boom' experimentado desde la segunda mitad de 2022 y lo que llevamos de 2023 le han permitido recuperar las cifras prepandemia e incluso superarlo. El turismo cerrará el año representando el 12,6% del PIB nacional, igualando los datos de 2019, según cifras de Exceltur. Esto representa una actividad turística este año de 178.800 millones de euros, casi un 14% más que los ingresos que tuvo el sector en 2019.
Los expertos explican que el turismo sigue siendo la pata fundamental sobre la que se asienta la economía española, pese a que en los años de pandemia algunas voces llamaron a una reindustrialización del país para que al salir de la crisis la economía se fortaleciera y no se dependiera tanto de los servicios, pero por ahora no ha sido así.
María Jesús Fernández, economista senior de Funcas, asegura que «la única pata de la economía que ha ido bien son las exportaciones, especialmente las de servicios turísticos». Así, las elevadas tasas de crecimiento de finales de 2022 y principios de 2023 se han debido al sector exterior ya que la demanda nacional «ha caído en ambos periodos», además de que la inversión en equipo ha mantenido un tono «preocupantemente débil» aún muy lejos de los niveles prepandemia; y la evolución de la inversión en construcción ha ido «aún peor».
Así, el PIB recuperó en el primer trimestre el nivel de 2019, pero la demanda nacional aún estaba un 2,5% por debajo de los datos prepandemia, advierte la economista, que hace hincapié además en que las subidas de tipos alcanzarán su mayor impacto en la segunda mitad del año, por lo que «no es probable una remontada de la demanda nacional, sino que mantendrá un tono débil».
-2,5% Demanda nacional
Aunque el PIB recuperó en el primer trimestre el nivel de 2019, la demanda nacional sigue un 2,5% por debajo de los datos prepandemia.
Fernández pone el foco en el paulatino debilitamiento de la economía mundial (en especial de la eurozona), que puede impactar en la aportación del turismo, además de que este sector «ya no tiene margen» para hacer crecer mucho más el PIB porque ya ha superado el nivel prepandemia.
Estas buenas cifras macroeconómicas contrastan con la realidad de las familias españolas, aún muy afectadas por las subidas de precios de energía y alimentos que ha provocado la pandemia y la guerra de Ucrania. España sigue creciendo, pero la crisis ha dejado muchos claroscuros. «Los datos macro no los discute nadie, pero eso no quita para que en lo micro haya gente que lo esté pasando mal, sobre todo la parte baja de menos ingresos» al haber subido los alimentos o las hipotecas, explica el economista José Ignacio Conde-Ruiz, catedrático de Análisis Económico de la Universidad Complutense y subdirector de Fedea.
De hecho, el FMI alerta en su informe de que la lucha contra la inflación continúa, ya que se ha convertido en el talón de Aquiles de la eurozona. El organismo constata que los precios están «cediendo» en la mayoría de países, pero sigue siendo «muy alta», sobre todo en el caso de los alimentos. «En la mayoría de economías la prioridad sigue siendo lograr una desinflación sostenida garantizando a la vez la estabilidad financiera», puntualiza el FMI, que apuesta porque los bancos centrales construyan reservas fiscales y que los gobiernos dirijan las rebajas de impuestos a los colectivos más vulnerables. «Al mejorar el lado de la oferta de la economía, se facilitaría la consolidación fiscal y se propiciaría un descenso más suave de la inflación hacia los niveles fijados como meta», que en el caso de la UE es el 2%.
Es más, el crecimiento económico se enfriará en la segunda parte del año, según la mayoría de organismos. Este martes lo reiteró el Instituto de Estudios Económicos (IEE), que aunque mejora su previsión de PIB para este año al 2,2%, advierte de una «notable desaceleración» de la actividad en el segundo semestre que llevará al país a avanzar solo un 1,5% en 2024, una tasa de crecimiento «insuficiente» para reducir la tasa de paro, señalan.
«Probablemente la revisión al alza por parte del FMI se debe sobre todo al efecto sobre la tasa anual de crecimiento de las revisiones realizadas por parte del INE a las cifras de los últimos trimestres, y no a una mejora de las perspectivas para la segunda mitad del año», confirma la economista de Funcas.
En el informe del FMI no da esta vez más datos económicos aparte del PIB, pero la agencia crediticia Moody's ha presentado este martes sus proyecciones de déficit y deuda y corrige los datos del Gobierno. Así, el instituto estima un déficit del 4% para 2023 y del 3,2% para 2024, una y dos décimas al alza respecto a las cifras del Ejecutivo.
Así, la ratio de deuda/PIB se situaría en el 111,9% este año y en el 110% para el que viene, también por encima de las previsiones del Gobierno en el dato de 2024. La agencia advierte en su informe de que los partidos políticos se han mostrado «reacios» a abordar los retos de las finanzas públicas, pero alcanzar el objetivo de déficit del 3% es un aspecto «exigente» para el próximo Gobierno, dada la ralentización del crecimiento y los compromisos de gasto.
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