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CELESTINO J. VINAGRE
Badajoz
Miércoles, 10 de agosto 2022, 12:31
Este miércoles ha comenzado a producir energía limpia la mayor instalación fotovoltaica de Europa. Está en suelo extremeño y se llama Francisco Pizarro, Como ya adelantó HOY, la puesta en funcionamiento de la megaplanta solar era inminente y, con toda probabilidad, se iba a producir ... a mitad de verano. Iberdrola, su promotora, confirmó a primera hora de la mañana que ya estaba activa.
La fotovoltaica Francisco Pizarro se encuentra entre los municipios de Torrecillas de la Tiesta y Aldeacentenera, en la comarca cacereña. Cuenta con 590 megavatios (MW) de potencia instalada. Hasta ahora la de mayor potencia era otra extremeña, la Núñez de Balboa, entre Usagre e Hinojosa del Valle, de 500 MW.
La planta de la comarca trujillana está compuesta por cerca de 1,5 millones de módulos fotovoltaicos que generarán energía limpia suficiente para abastecer a más de 334.000 hogares -superior a las poblaciones de Badajoz, Cáceres, Plasencia y Don Benito juntas- y evitarán la emisión a la atmósfera de 150.000 toneladas de CO2 al año.
El proyecto, que ha supuesto una inversión superior a los 300 millones de euros, ha generado más de 1.500 puestos de trabajo en los periodos punta de su construcción, un 60% de ellos cubiertos por trabajadores locales, indica la multinacional energética. En noviembre de 2020 superó una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) especialmente exigente por ser este proyecto de gran envergadura.
Iberdrola suministrará electricidad 100% renovable procedente de esta planta extremeña a empresas como Danone, Bayer y PepsiCo para cubrir las necesidades energéticas de sus centros en España.
En el desarrollo de la megaplanta fotovoltaica se han producido modificaciones en el proyecto. De un lado, porque han aparecido restos, yacimientos arqueológicos. En concreto, se localizaron una veintena de aforamientos rocosos con manifestaciones de arte rupestre, fundamentalmente prehistóricos, y tres yacimientos arqueológicos datados entre la Edad Antigua y la época medieval. Tras el descubrimiento, se tomaron las medidas necesarias para el control, excavación y salvaguarda, por parte de la compañía, de estos vestigios, concreta Iberdrola.
De otra parte, porque se ha cambiado la ubicación de paneles solares para preservar el hábitat del sisón común, un ave en peligro de extinción. Igualmente se realizaron medidas específicas «para la mejora de hábitats de fauna forestales», como la creación de un centro de reproducción controlado para la cría de conejos, la instalación de cajas nido o el establecimiento de zonas de protección de alimentación de aves.
Además, la planta fotovoltaica cuenta con un plan de integración en el medio ambiente que permite el uso de los terrenos como pasto para la ganadería ovina de la zona.
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