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Olatz Hernández
Bruselas
Viernes, 17 de marzo 2023, 11:15
Continúa el pánico financiero tras la caída del Sillicon Valley Bank (SVB). Las acciones de Credit Suisse, el segundo banco más importante de Suiza, han vuelto a desplomarse este viernes un 24,24% en la bolsa de Zúrich y la entidad se ha visto obligada ... a pedir un rescate de 50.000 millones al banco central suizo. El Banco Central Europeo (BCE) sigue de cerca las tensiones del sector bancario y ha convocado «de urgencia» a su Consejo Supervisor en Fráncfort para analizar los últimos acontecimientos. Según las informaciones de la agencia Reuters, los expertos han descartado un 'efecto contagio' de la tormenta financiera de Estados Unidos en la banca europea.
El miedo a una posible crisis financiera se ha extendido por el Viejo Continente, a pesar de los mensajes tranquilizadores de los reguladores y supervisores europeos. Las alarmas volvieron a encenderse el jueves a la noche cuando el presidente del Saudi National Bank -el principal accionista de la entidad suiza- aseguró en una entrevista a 'Bloomberg TV' que su banco no inyectará más dinero en Credit Suisse.
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En medio de este complicado panorama, el Consejo Supervisor del BCE se ha reunido para analizar la situación de la Eurozona. El organismo, que suele mantener este tipo de reuniones 'ad hoc' de forma habitual cuando ocurren «cambios drásticos», ha analizado el impacto en la Eurozona de la intervención del SVB y los rescates de Credit Suisse y del banco estadounidense First Republic, este último por valor de 30.000 millones.
Este grupo técnico ha intercambiado impresiones en torno a la «gran incertidumbre» reinante, según ha confirmado a este periódico una portavoz del BCE. La reunión ha sido breve y no se esperaba que se adoptara ninguna decisión firme. Ha concluido eso sí, con un mensaje de tranquilidad: la banca europea es «sólida» y «resiliente» y el Eurobanco «está preparado» para inyectar liquidez y actuar «si fuera necesario».
El BCE ha mantenido estrechos contactos con los bancos europeos para vigilar los posibles «efectos secundarios» de la crisis de EE UU en el sector. Preocupa, en particular, la caída del banco suizo Credit Suisse. A pesar de esas turbulencias, el organismo se mantuvo firme el jueves en su decisión de endurecer su política monetaria y llevar a cabo su sexta subida de tipos desde julio, de 50 puntos básicos, tal y como avanzó en febrero.
La jefa del banco europeo, Christine Lagarde, afirmó, además, que la reciente inestabilidad financiera exigía tomar «una decisión robusta» por parte de la institución europea y esta medida fue respaldada por la amplia mayoría del Consejo Gobernador. Con todo, detalló que la entidad prestará más atención a la «información disponible» de cara a sus próximas decisiones y podría moderar sus subidas de tipos después de lo ocurrido con SVB, Credit Suisse y First Republic.
El BCE y los representantes de las instituciones europeas han cerrado filas durante la semana para defender la «fortaleza» del sector bancario europeo. Y el jefe del banco central francés, François Villeroy, ha insistido este viernes en que «las entidades francesas y europeas son extremadamente sólidas». «No están en la misma situación que algunos bancos estadounidenses por una razón muy simple, y es que no están sometidos a las mismas reglas», añadió
Lagarde también espantó el jueves el fantasma de una posible crisis financiera: «No estamos viendo un problema de liquidez y ahora el sector bancario está mucho más fuerte que entonces», dijo, consciente de que de sus palabras dependía la confianza en los mercados europeos.
En este contexto de subida de tipos, Eurostat dio a conocer este viernes la tasa confirmada de inflación interanual de la eurozona de febrero, que se situó en el 8,5%, lo que implica una bajada de una décima frente al dato de enero, mientras que la tasa subyacente escaló a un récord del 5,6%.
De este modo, la tasa de inflación interanual de la zona euro acumula cuatro meses consecutivos de desaceleración y se situó en su nivel más bajo desde mayo de 2022, antes de que BCE comenzara a subir los tipos de interés.
Entre los países de la UE, las menores tasas de inflación se observaron en Luxemburgo (4,8%), Bélgica (5,4%) y España (6%), mientras que las mayores subidas se registraron en Hungría (25,8%), Letonia (20,1%) y Chequia (18,4%).
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