Unionistas le dedica tres cuartos de la Copa del Rey a su afición tras ganar a la Cultu

El técnico valenciano de Unionistas de Salamanca, Daniel Ponz, apostó de inicio en esta ocasión por el regreso al once inicial de Óscar Sanz, Raúl Beneit, Carlos de la Nava y Mario Losada como referencia ofensiva. Después del mal partido del equipo unionista en Pontevedra, en algunos tramos del mismo, Ponz regresó a su esquema principal con los habituales de las últimas jornadas.

El choque comenzó con mucho respeto por parte de ambos equipos. Los dos conjuntos triangulaban en el centro del campo con más aproximaciones para el conjunto de Israel Martínez sobre el área local, aunque sin excesivo peligro ni acciones contundentes. Sin embargo, a Unionistas también le costó entrar en el partido. De hecho, el equipo de Dani Ponz no se acercó a la portería de Salvi.

El primer lanzamiento de la Cultural Leonesa llegó pasado el minuto 10 de partido. Una jugada por la derecha de Percan, que en velocidad hacía daño ante la defensa de Jon Rojo, acabó en un lanzamiento que se perdió lejos de la meta del equipo culturalista. Las aproximaciones eran tímidas y sin demasiado peligro. A los dos parecía costarles ir a por el encuentro descaradamente.

Chapela, en el minuto 14, tuvo la primera para Unionistas. Jon Ander Amelibia se durmió a la hora de despejar el esférico y Chapela, más listo, se hizo en la frontal del área con el balón. Se sacó un disparo que despejó la defensa culturalista pero que significó la primera oportunidad de un Unionistas de Salamanca que se fue creciendo y ganando metros de cara al área defendida por Salvi. En la otra portería, Salva de la Cruz se ponía el disfraz de aventurero y arriesgó en un par de salidas para despejar el peligro que llevaba el conjunto leonés.

Un Percan y un Obolskii peligrosos jugaban de espaldas a la portería de Salva de la Cruz creando inquietud en una defensa rocosa, la blanquinegra, que tenía cogida la medida totalmente al atacante ruso. El choque era de igualdad máxima. La batalla en el centro del campo, preciosa, provocaba que la presión de Unionistas de Salamanca impidiera que la Cultural creara jugadas. El conjunto blanquinegro, por su parte, buscaba las transiciones rápidas pero sin demasiado éxito. El choque, tras treinta minutos de duelo, apenas tenía ocasiones apuntadas en el marcador de los dos conjuntos.

La mejor jugada de peligro para la Cultural Leonesa llegó en una falta casi en la frontal del área que el árbitro pitó sobre Solís. Además, eso significó que Ramiro Mayor viera la cartulina amarilla después de que la falta, la falta que en todo caso podría haber pitado el colegiado, fuera la de Nespral. El colegiado, García Riesgo, señaló la tarjeta y provocó el desquicie de un siempre relajado Ramiro Mayor. La falta quedó en nada.

Pasaban los minutos en el Reina Sofía y las transiciones de Unionistas, las pocas que hubo durante el choque, también se difuminaron. El partido se desenvolvía permanentemente en apenas 30-40 metros, en pocos espacios. La batalla entre los centrocampistas era intensa, y apenas había líneas de creación de los dos equipos. Por eso era fundamental encontrar un balón dividido a favor, o forzar el error del contrario. O encontrarlo. Y eso le pasó a Unionistas de Salamanca.

Un fallo grosero de Salvi, portero visitante, le dio medio gol a Iván Chapela. El gaditano, en la banda derecha, recibió el esférico, se metió por dentro y con un disparo perfecto batió por bajo, al palo largo, a Salvi. La Cultural no había tenido mejores ocasiones durante el partido, pero Unionistas de Salamanca aprovechó la mejor que tuvo tras el error garrafal del portero culturalista. El tanto dejó KO a la Cultural Leonesa y Unionistas tampoco quiso apretar mucho más durante la última fase de la primera mitad. Así se llegó al descanso.

Con otra intensidad y con otra imagen salió Unionistas de Salamanca a la segunda parte. El conjunto charro se olvidó de guardar la ropa y buscó con mayor ahínco la portería de Salvi, de la Cultural. La presión en el terreno de juego del conjunto de Dani Ponz dio sus frutos, y de qué manera. Óscar Sanz, imperial en el centro del campo, recuperaba balones constantemente y cortaba las jugadas de ataque culturalistas. Muy superior era Unionistas. No tanto por las llegadas u oportunidades, pero el equipo de Israel Martínez tenía la bola para absolutamente nada. No sabía qué hacer con ella. Era desesperante visto desde el punto de vista del aficionado de la Cultural Leonesa. El equipo visitante no tenía opción. Pero Unionistas de Salamanca estaba inmenso e imperial en tareas defensivas, sin conceder ni una al equipo visitante, desaparecido.

Y el golpe definitivo para la Cultural llegó al inicio de la segunda mitad. Una falta en el minuto 51 botada perfectamente por Jon Rojo acabó con un remate perfecto y libre de marca, eso sí, de Óscar Sanz. En plancha y con todo Sanz remató y el gol se fue para adentro, lo que significó el 2-0 a favor del equipo charro y la casi sentencia del partido.

En el 62 llegó otra jugada de ataque para Unionistas de Salamanca. Y en el 67, Blesa la tuvo para la Cultural y Deportiva Leonesa. Un disparo perfecto en el punto de penalti lo rechazó la defensa blanquinegra, por la que no pasaba ni una ráfaga de aire.

Y aunque pueda parecer increíble, los casi 25 minutos restantes fueron de monólogo en el partido, con Unionistas de Salamanca dominando con toda la autoridad del mundo y sin que la Cultural le hiciera ni cosquillas. Cambios de Israel Martínez, cambios de Dani Ponz... y nada cambió. Unionistas buscaba ahora, con Juampa y Santos, los balones laterales para meter el tercero y definitivo. Un par de manos a mano, el último de Marcos Bravo al filo del final, pudieron significar el 3-0 que sentenciara el partido del conjunto unionista. Pero el balón no quiso entrar en la meta de Salvi, y la Cultural Leonesa no hizo demasiado por que entrara el cuero en la portería de Salva. Al final, con Santos, Neskes, Borja, Bravo y Juampa en el terreno de juego, todo siguió igual.

Merecida victoria para Unionistas de Salamanca que, con un empate ante el Fuenlabrada en la última jornada, certificará su presencia, un año más, en el torneo del KO. Increíble temporada para un club humilde y de bajo presupuesto que cambió radicalmente en febrero tras la llegada de Dani Ponz al banquillo charro.