Unionistas conecta con la afición y con la merecida tercera victoria seguida

Sergio Valdés

Salamanca

Sábado, 18 de marzo 2023, 21:00

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Unionistas de Salamanca vive su mejor momento de la temporada. Los de Dani Ponz lograron este sábado, en otra noche fría en el Reina Sofía, la tercera victoria seguida para ponerse con 36 puntos y conseguir que el vital mes de marzo, con cuatro partidos y cuatro finales para los charros, de momento esté impoluto, con nueve puntos de nueve posibles. Los blanquinegros ascienden provisionalmente a la novena posición de la tabla después de un partido de control y dominio total de los de Ponz: Nespral y Losada destacaron con sus actuaciones individuales, pero el conjunto del equipo presiona, muerde, va a todas las disputas, tiene carácter en cada jugada y eso, también, se ha transmitido a una afición entregada a los suyos, aún más, esta temporada.

Ponz apostó de inicio por introducir varios cambios en el once titular este sábado, tal y como dejó claro que pasaría en la previa del partido este viernes. Antonio Leal regresó al centro de la semana junto a Ramiro. Ramón Blázquez salió de inicio, después de varios partidos, en el lateral derecho. Y también hubo cambios en la zona de ataque. Losada formó como referencia ofensiva y Unai Veiga también partió en el once titular de Dani Ponz, por detrás del punta.

Los primeros minutos del partido se desarrollaron en el centro del campo, con varias luchas entre Nespral, Unai Veiga y Sanz, y también Romero, Toni García y la maraña de hombres que estaban jugando el partido por dentro, sin apenas llegadas reseñables hacia ninguna de las dos porterías. Precisamente en la portería del fondo este el portero visitante, De la Calzada, se dolió en el minuto 7 de partido y se tumbó en el terreno de juego a esperar a ser asistido, aunque la lesión no pasó a mayores.

La primera oportunidad llegó en el minuto 11 de partido, a favor de Unionistas. Una recuperación en el centro del campo de Unionistas, con Nespral y Losada como artífices, acabó en la banda derecha con Juampa zafándose de su marca y colocando un centro para que el propio Mario Losada se la cediera atrás a Veiga, quien ejecutó un mal disparo que atrapó sin problemas el recuperado De la Calzada.

Del mal tiro a un excelente disparo que no acabó en gol por unos centímetros. Losada de nuevo, con una brillante actuación de inicio, se la dejó de cara en la frontal a Unai Veiga para que este se sacara un zapatazo con la izquierda que acabó estrellado en la escuadra. Eso hizo que el Reina se viniera más arriba aún y comenzara a apretar a los suyos con más fuerza, si cabe.

La batalla en el centro del campo continuaba, con disputas permanentes entre los dos equipos, con Unionistas de Salamanca victorioso en la mayoría de ellas gracias a la intensidad en la presión de los blanquinegros. El partido se disputaba en pocos metros, con las líneas de los dos equipos muy juntas. Tal y como se estaba desarrollando el partido, las jugadas a balón parado volvían a cobrar capital importancia en el choque. Y una de las nuevas consignas diseñadas por Ponz también: en los saques de banda cercanos al área, Óscar Sanz era el encargado de poner el balón directamente al punto de penalti.

En el minuto 30 de partido, Unionistas dejó ver otra jugada pura y dura de pizarra. Una falta a la altura del banquillo de Ponz la botó con Juampa con el propio entrenador marcando la estrategia a seguir. Lo ha dicho: se considera un enfermo del balón, y los blanquinegros lo demostraban en el terreno de juego. Donde, dicho sea de paso, los blanquinegros eran dueños y señores del balón, del tiempo del partido y de las acciones de ataque buscando la meta de De la Calzada.

En el minuto 38 Unionistas de Salamanca tuvo la más clara hasta el momento, fruto del trabajo de presión de Chapela, quien le robó la cartera al dormido central de la Balona. Delmonte no se enteró de que el gaditano acechaba y, en lugar de despejar el balón, esperó a que cayera del cielo y Chapela, en velocidad, le ganó la partida para plantarse ante De la Calzada. El extremo se quedó sin ángulo y el portero desvió el balón fuera, aunque la oportunidad fue clamorosa para poner el 1-0.

Con un par de aproximaciones a las dos áreas por parte de Unionistas y Balona terminó una primera mitad dominada por los locales y con una Balona a la espera de pillar alguna contra y hacer buena con sus jugadores veloces. De nuevo, y era la cuarta vez en los últimos seis partidos jugados en el Reina Sofía, el choque se iba al descanso con todo abierto.

La segunda mitad comenzó inmejorablemente, como ante el Pontevedra. Con un gol. Bueno, un golazo. El lateral diestro de Unionistas de Salamanca, Ramón Blázquez, se marcó una jugada individual por su carril. Se metió por dentro y, con la izquierda, disparó con un zurdazo brutal al palo largo de De la Calzada, que no pudo hacer nada para parar el cañonazo de Blázquez. Era el 1-0 en el minuto 46, exactamente como sucedió ante el Pontevedra: inicio de la segunda parte, y gol. No dio tiempo ni a que los aficionados salieran de los baños y bares costeados por Unionistas de Salamanca, a través de sus patrocinadores, en el estadio de propiedad pública Reina Sofía.

La Balona estaba grogui. No se esperaba el gol de Unionistas a las primeras de cambio del segundo tiempo, y no se consiguió reponer. El partido perdió algo de ritmo fruto de varias faltas de ambos equipos, aunque las imprecisiones eran de la Balona, concediendo demasiado a los salmantinos atrás. Un robo de Chapela provocó la transición de los locales en velocidad. Iván se la dejó a Losada, que le dobló, y se plantó frente al portero visitante, que de nuevo taponó la oportunidad e impidió el gol de Unionistas.

El costado diestro era la principal arma charra. Losada, Chapela y las subidas de Ramón traían por la calle de la amargura a Connor, desbordado ante las acometidas de los de Ponz. El partido en ataque y en el centro del campo de los charros era notable, con continuas aproximaciones y con una intensidad tremenda en cada balón dividido, con otra de las señas de identidad de Ponz también bien visible: la presión alta. Borja Díaz salió desde el banquillo por Unai Veiga, ocupando esa zona del terreno de juego entre Nespral y Sanz, y Mario Losada. También el 14 de los salmantinos salió enchufado desde el banquillo. En el 69, el propio Borja remató en el segundo palo un balón desde la derecha de Ramón que por poco paró De la Calzada de nuevo, aunque la jugada quedó invalidada por fuera de juego, según los colegiados.

Rafa Escobar movió el banquillo, con un triple cambio en el 75 que intentara cambiar la situación del partido. Lejos de replegarse, Ponz decidió quitar a Losada y a Juampa, con un partidazo especialmente del 7 blanquinegro, y metió a un delantero y a Neskes, echado hacia la banda izquierda, con la intención de buscar la velocidad y el olfato de Santos, como un nueve puro que es, para conseguir el segundo gol del partido a poco más de diez minutos del final del partido.

El partido entró en la fase final con los nervios habituales, los de siempre, en el Reina Sofía. El miedo a ganar en un partido dominado de cabo a rabo por Unionistas de Salamanca se palpaba en las imprecisiones de algunos jugadores, como Neskes, en una entrega peligrosa hacia los centrales que casi roba una inoperante Balona. Ponz hizo debutar a Ahn, que tuvo una oportunidad por su banda, desbordando a la Balona.

Como siempre, y pese a merecer la victoria, la Balona tuvo la última. Una falta que botaron los gaditanos acabó en un disparo raso desde la frontal tras un rechace de la defensa charra. La Balona logró el empate, pero... la jugada estaba invalidada por juego peligroso de un atacante visitante. Tres puntos más para los charros, y tres menos para lograr la salvación matemática. Unionistas, enchufadísimo, sigue en racha.