Unionistas despierta en la segunda parte para llevarse tres puntos más que merecidos

La mañana desapacible, cierto es, no invitaba a disfrutar como espectador del partido en el estadio Reina Sofía. Con frío y el césped rápido, fruto de la lluvia caída durante la madrugada en Salamanca, comenzó el partido con la novedad de Alfredo Pedraza en sustitución de Mario Gómez en el centro de la defensa, y con los charros un punto y un puesto por encima del descenso.

Los blanquinegros pronto demostraron sus intenciones. Presión alta en la salida del balón del Ceuta, robos, y centros al área desde la izquierda, con Juampa como ejecutor. El primer ''uy'' en la grada llegó, precisamente, gracias a un robo de De Miguel dentro del área ceutí, que acabó en una dejada para Losada que, sin embargo, no acertó a rematar, ante la presión defensiva. El Reina Sofía pidió penalti, aunque el colegiado no lo decretó.

Precisamente Losada fue protagonista segundos después por una merecida amarilla por juego peligroso dentro del área rival. Las interrupciones y las faltas protagonizaron los primeros diez minutos de choque.

Le ponía ganas Unionistas, con otro robo de Jesús cerca del centro del campo. Abrió a la diestra para Beneit, y el disparo de este acabó en las manos de Gato. Intentaba en ese momento controlar el esférico el equipo de Casañ manteniendo la presión sobre los caballas.

Mientras, el colegiado sacó sendas tarjetas amarillas a Mati, del Ceuta, y a David Vicente, el lateral diestro charro. Cambió de banda el ataque de Unionistas de Salamanca. De nuevo, por la izquierda. Y de nuevo, a través de los centros de Juampa. Un pase raso acabó en las botas de De Miguel, y el cuero en saque de esquina. Tres seguidos tuvo el club blanquinegro: uno muy pasado, el otro acabó en córner de nuevo y el tercero, el más peligroso, se paseó delante de Gato sin que nadie de los blanquinegros rematara. Fue, hasta el momento, la aproximación más peligrosa salmantina.

Protagonista empezaba a ser el colegiado, Alberola Rojas. Las continuas faltas que señalaba impedían que el partido se desarrollara con ritmo y, cuando sí permitía el juego fluido, era Unionistas quien tenía el balón y las ganas de llegar al área defendida por Gato. Quiso ganar metros el Ceuta y durante unos minutos colgó varios balones al área blanquinegra, sin mucho criterio y sin peligro.

Una falta peligrosa al borde de la corona del área grande despertó a Unionistas del breve letargo.Juampa la envió arriba justo antes de que los blanquinegros robaran un balón que acabó en otro saque de esquina peligroso.

Siguió apretando el conjunto de Casañ. La tuvo De Miguel tras un lanzamiento de falta de David Vicente, lejana, que el madrileño cabeceó desde el punto de penalti a los guantes de Gato. Quedaban cuatro minutos para el descanso y era Unionistas el que ponía algo de chicha en un soporífero pero intenso partido, aderezado con las extravagancias de Alberola, que no señaló ni siquiera falta ante lo que pareció, en directo, un claro manotazo a David Vicente. Las interrupciones constantes del juego proseguían, también durante los tres minutos de tiempo añadido.

Así se llegó al descanso en el Reina Sofía, con un empate a nada en un partido con pocas ocasiones claras, y mucha falta de ritmo en el juego.

Tras la reanudación, que comenzó sin cambios en Unionistas de Salamanca, el susto lo dio el delantero Losada, quien se hizo daño en el muslo de su pierna izquierda y pareció caer lesionado, aunque continuó en el terreno de juego.

Nada intentaba el Ceuta, cuyos constantes fallos los intentaba aprovechar Unionistas. Increíble fue la que tuvo Losada, precisamente. Solo ante el portero consiguió sobrepasarle e, inexplicablemente, se le hizo de noche a puerta vacía y la defensa caballa le robó la cartera. El golpe anterior, al menos visualmente, parecía cosa de otro día en el delantero ex del Zamora, uno de los mejores del partido.

Buscó más desborde por las bandas Casañ con un triple cambio. Entraron en el minuto 54, de una tacada, Nespral, Mawi y Chapela. El asturiano volvió a tener minutos en sustitución de Sanz, quien cuajó un buen partido. Oxigenaba el centro del campo el técnico de Unionistas.

Un minuto después, Chapela se iba en velocidad hacia la portería de Gato y Mati, con una entrada tremendamente agresiva, trabó al gaditano claramente. Expulsión directa para el del Ceuta -quien golpeó en su retirada una puerta del estadio, producto de su enajenación en dicho instante-, falta peligrosa para los salmantinos que lanzó Nespral y que tocó en un contrario y acabó en córner.

A la salida del mismo, Pedraza la tuvo con un remate de cabeza que cazó Gato, providencial para su equipo. Se vino arriba el conjunto charro con otro lanzamiento de equina. El inicio de la segunda parte era una constante de ataque por parte local, gracias al rosario de córners lanzados por los blanquinegros. También Chapela tuvo su oportunidad en el segundo palo, cuando remató y su cabezazo salió lamiendo el poste.

El partido se tradujo casi en un monólogo de los salmantinos. Ataque tras ataque, por las bandas, indistintamente, y con continuos balones colgados. Pero costaba un mundo encontrar el hueco, la oportunidad, la espita por la que abrir el marcador del partido.

Daba la sensación, a 20 minutos del final, de que el gol caería para el bando unionista en algún momento. Nespral, Beneit, Chapela, Mawi, los laterales, De Miguel... era un asedio total de balones colgados a falta de encontrar el pase entre líneas que llegara a la portería ceutí.

Y eso ocurrió en el minuto 74, Chapela culminó una jugada de Unionistas de Salamanca justo cuando se impacientaba algo la grada local, que le pedía al equipo más movilidad y menos pases horizontales. El gaditano consiguió el 1-0 tras una sucesión de pases blanquinegros merodeando la zona de gol. De Miguel en apoyo se la entregó a Chapela y este batió al portero con un lanzamiento en el segundo palo, escurriéndose dentro del área.

No se amilanó ni relajó Unionistas pese a ponerse por delante. Tras el 1-0, los charros quisieron más. Un disparo cruzado de Beneit se fue fuera por poco. Otra, en una contra conducida por Borja Díaz, quien abrió a Vicente en la diestra y acabó en otro disparo de Beneit. También arriba.

Pese a estar con uno menos, algún acercamiento tuvo el Ceuta, con más corazón que criterio. En el 87, Mawi pudo poner la sentencia con una vaselina ante Gato que se fue fuera. Agotó tras esto los cambios Casañ con la entrada de Ramón Blázquez en lugar de De Miguel, a quien se le volvió a ver jugando un partido completo.

Con cinco minutos de tiempo añadido Unionistas no las tenía todas consigo. Ya sabe esta temporada lo que es que le empaten partidos que tiene encarrilados. Pero ni las innumerables faltas del Ceuta pudieron con los de Salamanca. Alberola pitó el final del choque y los salmantinos sumaron la ansiada segunda victoria del curso y el tener, por primera vez, la portería a cero en un partido. A seguir.