Unionistas regresa triunfal al mejor Reina Sofía de la temporada y sale del descenso

El entrenador blanquinegro, Raúl Casañ, apostó de inicio por el regreso de Antonio Leal al centro de la defensa tras su sanción frente el Depor. Además, volvió también a la titularidad Óscar Sanz tras sus molestias de semanas anteriores. Para completar la lista de cambios en el once inicial, el valenciano metió a Borja Díaz como titular por detrás de De Miguel, y Juampa Barros escorado en el extremo del ataque blanquinegro.

El encuentro comenzó con un claro dominio de Unionistas de Salamanca durante los diez primeros minutos. En ese tiempo los blanquinegros fabricaron una de las oportunidades más claras del partido. En el minuto tres de encuentro los de Casañ tuvieron en las botas abrir la lata. Jesús de Miguel se inventó una jugada que culminó con un pase de la muerte para Juampa Barros, que remató desde el punto de penalti. El argentino mandó el balón desviado por poco fuera de la portería defendida por Cacharrón, el cancerbero del Pontevedra. Fue el primer aviso de un equipo blanquinegro que salió muy en serio y enchufado al encuentro.

En ese primer arreón inicial de los locales también fueron protagonistas las ocasiones para comenzar mandando en el marcador. Otro córner un minuto después puso en peligro a los de Antonio Fernández, que despejaron el saque de esquina como buenamente pudieron. La posesión solo tenía un dueño, el equipo de Raúl Casañ. Y eso generaba un dominio incontestable para comenzar el choque en Salamanca.

Pero las tornas se cambiaron minutos después. El Pontevedra se hizo con la pelota y también con el dominio territorial del partido. Alberto, titular con Unionistas de Salamanca debajo de la portería por la ausencia de Salva de la Cruz, portero titular de los charros que fue expulsado en La Coruña, dejó un balón muerto en el área que el Pontevedra tanteó con peligro. El esférico acabó en córner. Dos hombres se erigían en protagonistas indiscutibles del ataque granate: Oier Calvillo y Álex González, ambos por los costados, y ambos colgando balones laterales para buscar el remate de Charles y de Brais Abelenda.

Pero los intentos no daban los frutos gracias a una buena posición de Unionistas de Salamanca y al aguante en el uno contra uno de David Vicente, Ramiro Mayor y Antonio Leal, impertérritos durante la contienda. El Pontevedra, propietario hasta el minuto 30 del partido del esférico, intentó probar a Alberto con un disparo de Yelko Pino que se marchó lejos del marco defendido por el conjunto granate.

Juampa Barros era otro nombre propio en Unionistas de Salamanca, aunque el equipo blanquinegro cedió todo el protagonismo del balón a los visitantes y tenían problemas para generar ocasiones. El extremo lo intentó con una falta lateral y con una jugada de uno contra uno con Churre, en ambas sin éxito.

Antes de llegar al descanso fue el conjunto granate el que puso la tensión en el partido y estuvo a punto de adelantarse en el marcador. Charles, que suma tres goles esta temporada, remató libre de marca ante Alberto un balón lateral de Calvillo que se fue por centímetros lejos de la portería defendida por Unionistas. Casi le da un tortazo de realidad el Pontevedra que, con lo justo, pudo poner en aprietos a Unionistas.

Tras un primera parte de dominio alterno pero con más acercamientos en total para el Pontevedra, la segunda comenzó de la mejor manera para Unionistas de Salamanca. En el minuto 46 los locales sacaron una falta y, ante una pasiva defensa gallega que se quedó en shock y no tiró el fuera de juego, Óscar Sanz se plantó delante de Cacharrón y metió la bota para transformar el esférico en un gol que, a la postre, sería definitivo a favor de los intereses del conjunto salmantino. Con dos equipos que apenas meten goles esta temporada enfrentándose esta temporada, el primero que se adelantara tendría un premio más que probable.

Unionistas de Salamanca había hecho lo más difícil: romper la igualada. Y, a partir de ahí, el aguantar el marcador y conseguir hacer bueno el resultado era clave. Los de Raúl Casañ vieron sangre en el Pontevedra y se volcaron sobre su portería los minutos siguientes. Chapela mandó un balón al lateral de la red, bajo palos evitó Churre un segundo gol en contra y De Miguel, en el minuto 68, tuvo en sus botas la definitiva con un mano a mano ante el portero del Pontevedra que terminó, precisamente, repelido por Cacharrón. Los charros merecían más en el electrónico, pero el partido les negaba ese privilegio.

Llegó el momento de que los dos entrenadores movieran el árbol, tanto Casañ como Fernández. Eso provocó que Unionistas entregara el balón al Pontevedra, que ahí sí tuvo sus oportunidades, sobre todo a través de Yelko y de Calvillo. Casañ mandó un mensaje claro a sus jugadores al quitar a De Miguel, delantero, por Pedraza, central. Tocaba aguantar el marcador exiguo en el Reina Sofía y mantener la disciplina defensiva que hizo que, finalmente y pese a los córners y los centros laterales granates, el partido terminara con el solitario gol de Óscar Sanz mandando en el marcador, tres puntos más en la bolsa blanquinegra, y otra cara de todos los jugadores que, como ejemplificó Borja Díaz al finalizar el partido y atender a este medio de comunicación, necesitaban la victoria indudablemente: «Puf, la necesitábamos, y mucho».