La unión de Unionistas de Salamanca contra el «racismo y la violencia»

María Pedrosa

Miércoles, 26 de marzo 2025, 18:01 | Actualizado 18:09h.

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La grada de Unionistas se divide. Eso sí, no de forma equilibrada. Un lado mayoritario frente a otro menor, pero que hace demasiado ruido. El club y una mayoría de la afición, contra una nueva formación. Lo vivido en el último partido entre Unionistas de Salamanca y la Gimnàstica Segoviana en el Reina Sofía supera lo visto hasta el momento en un fondo ejemplar: insultos, división de cánticos e incluso momentos en silencio, con un claro perjudicado, el equipo.

Las reacciones en redes sociales fueron inminentes e inmediatamente después 'La Guardia del Tormes', el grupo más reaccionario de la afición de Unionistas, mostró su opinión al respecto en un comunicado emitido en redes sociales:

«Durante el último mes y medio hemos querido solucionar la situación que había en la grada hasta hace un mes impulsando reuniones junto con el club, las peñas y los grupos de animación.

En dichas reuniones se han llegado a unos acuerdos que primaban la convivencia en la grada, por nuestra parte se han cumplido viendo la gran animación de los últimos partidos en casa contra Andorra y Amorebieta.

Posteriormente a estos acuerdos se nos autoriza a participar de la animación siguiendo los cauces legales del club lo cual se acata encontrándonos posteriormente con vetos a las personas propuestas rompiendo los acuerdos sobre los que existen pruebas de que se han llegado.

Por parte del La Guardia del Tormes y las peñas que la conforman queremos continuar en nuestro propósito de una grada de animación unida y para ello reclamamos que no exista ningún tipo de veto a ninguna persona.

Queremos una animación digna para Unionistas«.

El resto de peñas, por otro lado, han unido fuerzas y también han emitido un comunicado muy duro y contundente, alejándose de cualquier pensamiento individualista y rechazando actitudes que califican de «violentas». Dicta así:

«Tras el comunicado de un pequeño sector de la afición unionista, queremos mostrar nuestro más firme apoyo al club, a las peñas oficiales de la entidad y a la grada principal de animación.

No deseamos que la gran reputación de la afición de Unionistas de Salamanca, labrada durante más de una década, quede empañada por individuos violentos. Y mucho menos que dichas personas lideren una animación que siempre se ha caracterizado por su apoyo incondicional, festivo, antiviolento, y totalmente alejado de las caras tapadas y del mundo ultra.

Siempre defenderemos con firmeza y pasión los principios que nos han llevado hasta aquí desde nuestros inicios en Provincial y Regional. Deseamos con todas nuestras fuerzas una grada unida, pero siempre que la misma no esté integrada por personas que chocan frontalmente con los valores del club.

El único que sufre con una grada dividida es el equipo. Vayamos todos a una, estemos unidos y velemos por los intereses colectivos del club y no por los intereses de grupo. Teniendo siempre muy presente que el fútbol es una fiesta y no un campo de batalla«.

Desde el club se han mostrado contundentes con este tipo de comportamientos que consideran se alejan de los valores sobre los que se constituye Unionistas. «En Unionistas caber, cabemos todos, pero no todos los comportamientos», declaran desde el club a este medio.

De hecho, Ernesto, directivo del club dedicado en especial a la seguridad durante los partidos, habló alto y claro sobre las reuniones y supuestos acuerdos con tales aficionados. Alegaba que los acuerdos se realizaron con la afirmación previa de que se había expulsado a ciertos miembros del grupo artífices de incidentes «racistas y violentos».

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«Tras la reunión, una vez comprobado que, no solo no han sido expulsados, si no que alguno de ellos sigue siendo uno de los líderes del grupo, les comuniqué que cualquier acuerdo quedaba en suspenso mientras no se cumpliera este punto. Los acuerdos solo incluían a la Peña Barricada Unionista, la única del grupo que cumple los requisitos legales para ser Peña Oficial. LGDT y el resto de grupos que la integran han rehusado cumplir estos requisitos, por lo que en ningún caso los acuerdos les pueden incluir», añadía.

Y finalizó: «No se pueden exigir derechos sin querer cumplir obligaciones. Pretender obtenerlos con amenazas o boicoteando la animación, es, además de muy triste, desacertado y enormemente egoísta».