El salmantino que jugó y promocionó los jamones de Guijuelo en el rival copero de Unionistas

En el conjunto vasco, fundado en el año 1922 y que ha militado 12 campañas en la Segunda B -su tope en las competiciones nacionales-, militó hace ya unas cuantas temporadas, la 2006-2007 en concreto, un jugador salmantino de la cantera de la UD Salamanca. Fue solo una campaña. Se trata de Carlos Martín Sánchez, más conocido como 'Charly'. Llegó a la UDS en cadetes y estuvo hasta Liga Nacional Juvenil antes de emprender una larga carrera por diversos clubes nacionales: pasó por el filial del CD Guijuelo -llegó a jugar un partido con el primer equipo en Copa Federación-, probó fortuna en el Sestao pero no terminó militando en el histórico club vasco y de allí se fue al Gernika, pasando después por el Santa Marta, Mérida, Villaralbo y Unión Adarve, todos en Tercera División. En la cantera de La Unión coincidió con jugadores como Jorge Alonso o Carpio, por ejemplo.

La aventura de Charly también tuvo tintes internacionales. Por motivos de trabajo, Carlos Martín reside desde hace varios años en Puerto Rico -regenta varias casas por Airbnb y son muchos los salmantinos que acuden guiados por su experiencia a pasar unos días de vacaciones por la zona-. De hecho jugó hace ahora ocho años una previa de la Concacaf en Jamaica con el Bayamon CF -club de fútbol puertorriqueño de la ciudad de Bayamón-.

Carlos tiene muy buenos recuerdos de su etapa en el Gernika. «El campo ya era de hierba artificial como ahora y contaba con un graderío en Tribuna». Mantengo aún contacto con Parri y Kristian porque vivíamos juntos en Gernika y también con Oxel«, señala el exjugador salmantino.

Charly también dejó buenas amistades y contactos en Guijuelo antes de marcharse a jugar al Gernika y gracias a él, la exportación de jamones hacia el País Vasco durante aquella temporada 2006-07 creció bastante. «Sí, hice amistad con el hijo de Luis Ramos -expresidente chacinero- y en el Gernika muchos me encargaban que les llevara jamones desde Salamanca. Yo solía venir a ver a la familia y cuando regresaba subía con el maletero repleto de jamones de los encargos que me hacían», recuerda el salmantino.