Raúl Casañ, la última víctima de los banquillos de Primera Federación

El pasado verano de 2022 aterrizaba Raúl Casañ (Casany en pronunciación) en Salamanca. Procedente de la UE Cornellá, club con el que había conseguido la permanencia en la recién estrenada Primera Federación, el de Beniparrell llegaba a Unionistas con el objetivo de repetir, como mínimo, sus resultados con los catalanes y el gran reto de igualar o superar una temporada 2021/22 magnífica de los del Reina Sofía. Treinta partidos después - 24 de liga, dos de Copa Federación y cuatro de amistosos -, Casañ abandona la disciplina albinegra con más rachas negativas que positivas en las que el equipo no ha logrado mantener la estabilidad en su juego combinando victorias de mérito (como el 2-1 al por aquel entonces líder Alcorcón) con derrotas estrepitosas dando minutos de mala imagen (como el 4-3 contra el Linares Deportivo en el que en 33 minutos iban cuatro abajo). La 'era Casañ' finaliza sin poder lidiar de la mejor manera con la enorme exigencia de una categoría tan igualada, con Unionistas de Salamanca decimosexto con 27 puntos (seis partidos ganados y nueve choques saldados con empate o derrota), ocupando la plaza que marca el descenso.

Una recién acabada aventura que añade al currículum de Raúl Casañ un nuevo club. Antes de su paso por tierras charras, entrenó al ya mencionado Cornellá durante un curso y a la Peña Deportiva a lo largo de tres campañas, en las que ascendió a los baleares de Tercera División a Segunda B para acto seguido, meterlos en el playoff de ascenso a Segunda (derrota 1-0 vs Castellón). En su última temporada en las islas, no consiguió la plaza en Primera Federación pero sí la 'permanencia' en Segunda RFEF.

Así, con este nuevo relevo que se producirá en el banquillo de la escuadra de Salamanca, Unionistas se convierte en el undécimo club de la Primera RFEF que cambia de preparador tras Deportivo de La Coruña, Sanse, Rayo Majadahonda, Real Balompédica Linense, Badajoz, San Fernando (en dos ocasiones), Talavera, Pontevedra, Ceuta y Fuenlabrada. Un hecho que vuelve a no hacer posible que un técnico unionista continúe más de una campaña desde Roberto Aguirre. El asturiano fue el último que al acabar su primer año en el club salmantino continuara un curso más, en su caso hasta ser sustituido por Jabi Luaces en octubre. Un Luaces que duró en el cargo lo que dio de sí el fútbol en la 2019/2020 hasta ser suspendido por la pandemia de la covid-19. Tras él, un Hernán Pérez que después un gran año se marchaba al Juvenil del Real Madrid, el cesado Dani Mori seguidamente de un mal periodo de cuatro derrotas seguidas y Luis Ayllón, saliendo de «mutuo acuerdo» de Unionistas luego de casi entrar en el playoff de ascenso a Segunda División.