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La Sociedad Deportiva Ponferradina y Unionistas de Salamanca vivieron la previa del partido de la jornada 23 de la Primera Federación en medio de un ambiente de hermandad absoluta. Ambas aficiones, mezcladas por el centro de Ponferrada, convivieron desde cuatro horas antes del choque en todo el casco histórico de la capital de El Bierzo.
La grada Durandarte 1922 -la grada de animación de la Deportiva Ponferradina- organizó una serie de actos en la previa del partido entre los dos equipos para confraternizar y hermanarse tras la acogida calurosa que, en noviembre, la afición de Unionistas brindó a los aficionados del conjunto berciano. Sorprendidos por la acogida en Salamanca, y porque fuera la propia afición blanquinegra la que se pusiera en contacto con los seguidores de la Deportiva, estos sintieron que estaban en deuda con los socios blanquinegros.
Desde primera hora de la mañana en la plaza de la Virgen de la Encina, centro neurálgico de la actividad en pleno casco histórico de Ponferrada, ambas aficiones se dieron la mano para participar en las diferentes actividades organizadas. Una degustación de platos típicos -que consistió en comer arroz con botillo, producto por excelencia de Ponferrada, y también en jabalí con patatas-, y una rifa de productos locales y de escapadas al entorno de esta comarca fueron los principales atractivos de una mañana plagada de buen rollo, sonrisas, música y también frío: no se sobrepasaron en ningún momento los 4ºC en la capital de El Bierzo, con nieve incluida en el viaje de todos los salmantinos que se desplazaron hasta El Toralín en pleno sábado de carnaval.
Una vez terminó la degustación de platos -arropados por la amable cercanía de la hostelería local que circunda la plaza de la Virgen de la Encina, justo al lado de un monumento a la radio como es el museo de la misma, apadrinado por el berciano Luis del Olmo y que guarda auténticas joyas del medio de comunicación que cumple 100 años de emisiones en este 2024, precisamente-, los aficionados blanquiazules y blanquinegros se dirigieron hasta el coqueto y bonito estadio de Ponferrada para disfrutar del espectáculo futbolístico. Antes de eso, las federaciones de peñas de ambos clubes intercambiaron una bufanda y una bandera como símbolo de la unión que, una vez más, la afición de Unionistas de Salamanca ha logrado, en este caso, con la gente de la Deportiva, quienes entienden el fútbol de manera similar a los populares del barrio de San José, haga marca Salamanca lejos de las fronteras de la ciudad Patrimonio de la Humanidad.
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