El Nástic pasa por encima de un pésimo Unionistas y el descenso acecha

El debut de José Luis Acciari no pudo ser más negro para Unionistas de Salamanca. El equipo blanquinegro se estrelló de lleno en el Nou Estadi de Tarragona ante un equipo superior, con las ideas claras, con recursos técnicos y con gol: todo lo que Unionistas no ha tenido este sábado y, en algunos casos, en toda la temporada. El equipo charro, salvo cinco minutos iniciales, apenas salió de su campo, apenas generó oportunidades más allá de la calidad técnica de Iván Moreno, Pau, Rastrojo y el remate de Gorka. Poco que decir del partido, de hecho. Una serie de errores en defensa, de relajación y de colocación condenaron a un muy inferior y pésimo Unionistas, que tiene que mirar de lleno a evitar el descenso en el Via Crucis que ha comenzado en este Sábado de Pasión. El efecto Acciari, de momento, inexistente. Y el descenso acecha con peligro.

El argentino debutó en la dirección del banquillo charro con cinco bajas y cambios obligados, como la entrada de Ortuño obligada en el lateral izquierdo, Mikel Serrano en el derecho en su regreso tras su expulsión en Zamora, y las principales novedades del 11: Rabadán y Chuca en la medular, con Iván Moreno y Rastrojo en los costados y Pau Martínez por detrás de Dani García, referencia ofensiva. Toda esa zona delantera de Unionistas fue novedosa respecto a lo visto durante la temporada, con Dani Llácer al mando. En fase defensiva el equipo parecía dibujar incluso un 5-4-1, con De la Nava como gran sacrificado en el once este sábado.

Los primeros minutos del choque en el Nou Estadi dejaron a las claras lo que era un partido animado y de ataque: intercambio puro de golpes con velocidad de Nástic y de Unionistas. Primero la tuvieron los catalanes después de que Carlos García, que no llegó a despejar primero el esférico, evitara después el tanto local con Iván Martínez vencido; precisamente en el minuto 8, y por abajo, Iván Martínez evitó otro gol con una gran parada por abajo con una mano salvadora al remate de Roberto Torres, con un cabezazo perfecto.

En el bagaje de ocasiones visitantes en los primeros diez minutos destacó un remate de Dani García de cabeza en el minuto cinco que se fue fuera por poco tras una buena jugada en velocidad de los salmantinos; sin embargo, el Nástic tenía más dominio con balón y también más peligro sobre el área.

El conjunto catalán dominaba y tenía todo en el partido: tanto la pelota como las llegadas sobre el área de Iván Martínez, tanto a través de transiciones en velocidad como en estático. De hecho, el Nástic perdonó otra vez en el minuto 21 el primer gol de la tarde con una triple acción que sacó primero Carlos García, y después los atacantes locales mandaron fuera. De auténtico milagro (ahora que la Semana Santa ha comenzado) lo que consiguió Unionistas, con problemas para achicar los ataques del Nástic.

Salió a coger aire el conjunto de Acciari con una doble ocasión de Iván Moreno, dos disparos que atajó en ambos casos el cancerbero local, Rebollo. Apretó tanto el Nástic que se embotelló atrás Unionistas, pero no le salió mal la jugada al conjunto visitante. Y Dani García también pudo anotar para su equipo después de una recuperación y magistral acción personal de Chuca, que dejó al delantero solo ante el cancerbero, aunque el control fue defectuoso. Mejoró Unionistas, con varias llegadas consecutivas... pero le partieron la cara a los blanquinegros.

En el minuto 30, desde la frontal del área y sin que ningún defensa visitante le tapara el espacio, Víctor Narro se sacó un zapatazo raso ajustado al palo diestro de Iván Martínez; el balón tocó en Rabadán y desvió algo la trayectoria, lo justo como para que el Nástic se adelantara en el marcador y pusieran los catalanes el 1-0 en el marcador.

¿Se repuso Unionistas? No, no demasiado. El Nástic siguió con la pelota, y Unionistas un tanto perdido por el golpe del gol. Hasta el remate de Mikel Serrano a la salida de un córner diez minutos después del gol no llegó una buena oportunidad para los charros. Y las caras, las caras de los jugadores... rozaban la impotencia, y solo se habían jugado 41 minutos de partido después de que el Nástic tuviera otra doble ocasión. Los salmantinos no ofrecieron una mejor imagen que en la era Llácer fuera de casa, más allá de los cinco minutos al inicio combativos que tuvo el conjunto charro. Mala pinta, 45 minutos después, del equipo salmantino.

El segundo tiempo comenzó y lo hizo de la misma manera: con el balón para el Nástic y Unionistas, aguantando, con 1-0 en contra. Lo cierto es que durante el primer tiempo poca muestra dio el equipo de tener suficientes armas en cada batalla del partido como para remontar el duelo teniendo en cuenta que cada llegada de los locales se contaba por ocasión manifiesta. Roberto Torres tuvo otra con un buen disparo que mandó fuera. Pero los charros no cambiaron la cara, y esta, no era especialmente buena ya que todo el equipo estaba en manos de la velocidad y el desborde de Iván Moreno y Rastrojo, y del acierto de Dani García.

Pero el vendaval mediterráneo siguió a favor de los de Dani Vidal. Concha metió un zapatazo que se fue fuera, y Antoñín envió al palo un remate de cabeza. El Nástic de Tarragona era sinónimo de peligro, y Unionistas estaba, simplemente, lejos de igualar el nivel de los locales. Y Antonio Leal, también de cabeza, perdonó el 2-0 de nuevo con otro cabezazo. Sufrimiento extremo de los charros en Cataluña. Acciari metió a De la Nava y a Gorka en punta en lugar de Pau y de Dani García, que poca presencia tuvo en el partido.

No tenía el balón Unionistas, y achicaba desde la defensa como podía las oportunidades del Nástic. Fue, otra vez, intentando ganar metros sobre la meta catalana como con la opción de gol claro que tuvo Gorka Santamaría, que remató bien un balón que puso Iván Moreno. Sin embargo, todo el plan de Acciari y de Unionistas se vino abajo en el minuto 71: Pablo Fernández remató con un buen control y un remate certero un balón colgado desde el córner. Cruzó el balón ante Iván Martínez y puso el 2-0, merecido, y casi de despedida del partido de Unionistas. De hecho, un minuto después Iván salvó el 3-0 en un mano a mano con Antonín, aunque el árbitro señaló fuera de juego.

No podía Unionistas. No ubo reacción, no hubo grandes ocasiones... ni hubo apenas nada. El equipo seguía achicado atrás, sin recursos en ataques una vez que Iván Moreno también desapareció del terreno de juego. La nada. Para rematar la faena, llegó el 3-0 del Nástic en una acción que dejó a la luz todas las vergüenzas defensivas charras. El error de Ortuño y Gorostidi, solo en el punto de penalti, dieron lugar a un 3-0 humillante de un Unionistas condenado a salvar la categoría para evitar una catarsis como equipo, y como club.

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