«Siempre me he considerado algo más que una jugadora de baloncesto»

Es historia. De Salamanca y de España. Es ejemplo. Dentro y fuera de la pista. Es muchas cosas, porque de Leo se sigue hablando en presente. Después de anunciar su hasta pronto, de retirarse del baloncesto, Leo es presente en Salamanca. Será la segunda jugadora en la historia de Perfumerías Avenida que vea su camiseta en lo alto del pabellón de Würzburg. Nadie más podrá vestir el '4' de azul. Es suyo. Es de Leo.

Es la segunda jugadora con más partidos en la historia del club, la tercera máxima anotadora y una de las más queridas por la afición. Tres ligas, tres copas de la reina y hasta tres supercopas de azul. Una carrera «feliz» y una despedida con la misma sensación, de «felicidad». Un círculo completo y cerrado que repasa cronológicamente en Salamancahoy. Su emoción se equilibra con una tranquilidad envidiable. Leo desprende paz.

Acaba la temporada. Avenida es subcampeón de la Liga tras perder ante Valencia Basket. Último partido de Leo Rodríguez con su club. 7 de agosto de 2024. España cae ante Bélgica (66-79) en los Juegos Olímpicos. Último partido de Leó con la Selección. Ella ya sabía que serían sus últimos partidos.

«La decisión estaba tomada. Otra cosa es el contarlo. Necesitaba tomarme el tiempo suficiente para que, desde la calma y la tranquilidad, decidir también cuándo y cómo hacerlo. Quería estar preparada mentalmente para comunicarlo y estoy muy contenta de cómo fue. Es una decisión que me hace muy feliz», comienza a hablar.

¿Cómo se consigue tener una carrera tan plena y feliz y terminarla así, también feliz?

«Me siento una privilegiada porque sé que vuelvo a ser una persona afortunada. No me ha retirado una lesión ni un mal rendimiento deportivo o no tener equipo. Al contrario, me encontraba muy bien físicamente. El año anterior había logrado en Salamanca estar a uno de mis mejores niveles, pero mentalmente lo tenía claro y creo que, precisamente por eso, disfruté tanto el último año. Siempre he disfrutado, pero esa última temporada y esos últimos Juegos los disfruté de manera especial, porque sabía que podía ser lo último. Estoy muy feliz».

La decisión estaba tomada

«Sí. De hecho, el presidente era consciente de ello. Hablé un año antes, cuando renové. Estaba muy tranquila en ese sentido. De ahí la carta de despedida sólo a la marea azul. En ese momento, era de los únicos que me quería despedir, porque yo seguía de lleno en el baloncesto. No sabía si quería más. Creía que la despedida solo a Salamanca era la decisión correcta y así lo hice».

Por saber estar y también por saber salir. Por todo lo vivido. Leo verá su camiseta en lo más alto del pabellón de Würzburg.

«No tengo palabras. Es increíble. Coincide que el homenaje que le hicieron a Isa Sánchez, además, fue en uno de mis primeros partidos con Perfumerías Avenida. Que ahora sea yo... es un privilegio. Estoy muy agradecida. Cuando llevas tanto años, sabes que esto no suele pasar y siento mucha suerte. Sin ser charra, que me sienta como tal, qué bien que me quieran tanto. Ojalá todas las jugadoras sientan siempre la reciprocidad que yo he sentido».

¿Cuáles son los motivos de tu retirada?

«Simplemente, me apetecía otra etapa en mi vida. Mi mente me lo pedía. Creía que era el momento perfecto después de unos Juegos Olímpicos. Para mí era el pasito necesario. Siempre me he considerado más que una jugadora de baloncesto. Me siento afortunada por este primer capítulo de mi vida, esta primera etapa, pero quiero descubrir que más puedo hacer fuera de la cancha».

¿Es importante -y más en el baloncesto femenino- saber que el baloncesto es eso, una etapa más de la vida?

«Sí, para mi ha sido clave. He llegado a ser la jugadora que he sido gracias a tener eso claro y tener una familia detrás que siempre me ha apoyado. Siempre he pensado que era una etapa. Lo que digo, soy algo más que una jugadora. Para mí ha sido más importante ser una buena hermana, una buena pareja o una buena hija que una buena jugadora. Al final, todo ha ido de la mano, pero mentalmente es necesario».

¿Es necesario dejar el baloncesto para tener más tiempo para tu vida más personal?

«Creo que son sacrificios que vienen con la profesión. Que te puedas dedicar tantos años al baloncesto profesional es un privilegio y siempre ha merecido la pena esos sacrificios, pero ahora... ahora disfruto de cosas que antes no podía. He pasado las navidades en casa y desde los 14 años no lo hacía. Gracias a eso valoro cada momento con los míos y todo lo que me he perdido en el pasado».

¿Y cuál es esa segunda etapa en tu vida?

«No lo sé, sinceramente. Lo que sí sé es lo que no quería. Quería pasar página. Lo tenía claro. Espero que llegue un capítulo, sino igual, casi igual de feliz».

Ahora ve de vez en cuando baloncesto, sigue la actualidad de Avenida y las redes sociales le quitan de vez en cuando su gusanillo interior. Pasa más tiempo con su familia pero, qué hay de la otra familia, la que crea el baloncesto: sus compañeras.

«Siempre estoy en contacto. Cuando anuncié mi retirada me sobrecogió todo el cariño y todo el apoyo. Tuve palabras preciosas de compañeras con las que hace más de cinco años que no compartía vestuario. Con eso es con lo que me quedo y lo que me quedaré. Seguiré en contacto con las personas, pero no con el baloncesto. Hay amistades que me han acompañado y siempre lo harán».

Su fin de semana en Salamanca

«Será muy movido. Con mucha gente a la que ver. Vendrá mi familia conmigo que también quiere ver y recibir el cariño que me ha acompañado y creo que va a ser un fin de semana muy especial que culminará mi carrera. De Avenida no me quedo con los títulos, me quedo con las compañeras y con la conexión con la afición. Para mí siempre ha sido especial. Hay que vivirlo para entenderlo. Ellos de verdad, han ganado partidos. Han sido siete años... hay muchos recuerdos».

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