Nadie en Salamanca se quería perder el partido. Leo Rodríguez ocupaba el asiento principal. El del centro. El de los protagonistas. En el palco y rodeada de los máximos mandatarios. A un lado la presidenta de la Federación Española de Baloncesto, Elisa Aguilar; a otro, el alcalde de la ciudad, Carlos García Carbayo; y junto a ellos, la concejala de Deportes, Almudena Parres, además del presidente de Perfumerías Avenida, Jorge Recio, o el delegado territorial de la Federación de Baloncesto de Castilla y León, Fernando Vázquez.
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El decorado quedaba completado por un pabellón totalmente lleno, que colgó el 'sold out' minutos antes del comienzo del partido. No cabía nadie en Würzburg, aunque la jornada comenzó con susto en la grada. Un hombre precisó asistencia sanitaria urgente, al sufrir un infarto, según las primeras informaciones.
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Sin embargo y siempre pensando en la persona afectada -que esperamos su pronta recuperación-, los focos volvieron a su sitio. A donde estaba Leo Rodríguez, quien había acudido al partido con toda su familia. Santa Leo. Un homenaje al alcance de solo dos personas en la historia de Perfumerías Avenida; ella e Isa Sánchez, ambas con su particular hueco para siempre en el pabellón.
El 'rum rum' más grande llegó cuando la bocina sonó para iniciar el final del segundo parcial. Todo el mundo se puso de pie. Los fotógrafos fueron a su posición y los focos comenzaron a prepararse. Llegaba el momento. '¡Leo, Leo!' se escuchaba en la grada. Y se hizo el silencio y la oscuridad, con un video de los mejores momentos de Leo con la camiseta azulona.
A continuación, entre lágrimas, Leo acudía al centro del pabellón, aplaudiendo y siendo aplaudida por su afición. Todas las jugadoras y cuerpo técnico de Avenida, prescidieron de ir al banquillo para aplaudir a su ex compañera.
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Así se desplegó una enorme pancarta, con el número 4 a la espalda y la camiseta azul de Leo Rodríguez, quien también tuvo palabras -como pudo, debido a la pésima megafonía del pabellón- hacia la que se sido su afición hasta ser la segunda jugadora con más partidos de la historia.
Finalmente, Jorge Recio le entregó su particular regalo, una pancarta con Leo aplaudiendo y el mensaje 'Gracias, Leo', junto a un ramo de flores en manos de Andrea Vilaró, que no dejó llorar en todo momento.
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El homenaje acabó con el abrazo de todas las jugadoras. Eso sí, en el descanso, porque después un sinfín de aficionados, sobre todo, las más pequeñas quisieron acercarse a dar sus particulares detalles a una Leo que no dejó de dar abrazos.
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