Carlos Sainz, durante la quinta etapa del Dakar. Patrick Hertzog (Afp)
Dakar | Quinta etapa

Sainz tira de 'catenaccio' y Al-Attiyah lo aprovecha

La corta especial del día, previa a la temida 'Crono 48H', acaba con el madrileño perdiendo una posición y el catarí pasando al ataque

David Sánchez de Castro

Madrid

Miércoles, 10 de enero 2024, 16:58

Aunque quedan aún nueve días y ocho etapas para que acabe el Dakar 2024, a los españoles se les está complicando más de lo esperado. Prueba de ello fue lo vivido en la corta especial de la quinta etapa, ya sobre el gigantesco cuarto vacío ... desértico de las pistas saudíes, en la que los pilotos tuvieron que pugnar contra la navegación y las inmensas olas de arena que se toparon.

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No fue un buen día para las opciones españolas. Carlos Sainz, que llegaba en el podio de la general, cedió casi diez minutos con el vencedor de la jornada, un temible Nasser Al-Attiyah que por fin se atrevió a atacar. Y eso es noticia, dado que el catarí no suele pasar al ataque salvo que no le quede más remedio.

Al-Attiyah, al que como estratega pocos igualan, era consciente de la importancia que tenía esta etapa. La temible 'Crono 48H', que se ha vendido como una suerte de 'supermaratón' que pondrá a prueba a todos los competidores, se disputa en medio del desierto sin más apoyo que el que se tenga. Es más que probable que varios de los grandes favoritos puedan caer en ese momento, por lo que si había un día en el que poder atacar era este. Por pura cantidad de kilómetros, es más factible tener problemas en los próximos días antes del descanso que ahora.

Otros pilotos decidieron echar el freno. Varios lo hicieron, como un Sainz que lo admitió él mismo: no se la jugó lo más mínimo. El madrileño se dejó nueve minutos con el ganador de la jornada, que le ha adelantado en la general, pero entra dentro del plan previsto. Arriesgado, cuando menos, pero pensado de manera seria. «Hemos decidido no ir rápido y parar ahí al final. A ver si la estrategia mañana es buena. Pero ya veremos a ver», señalaba Sainz, que generó una cierta polvareda mediática fuera del vivac después de que saliera a la luz este miércoles un insulto que le dedicó al presidente del Gobierno unos días antes.

También Peterhansel, que admitió haberse dejado intencionadamente unos cinco minutos, o incluso el líder de la general, Yazeed Al-Rajhi, plantearon la jornada como una búsqueda constante de perder tiempo para no abrir pista en la apertura de las temibles 48 horas sobre las dunas que arrancan en la doble sesión de este jueves. Incluso los hubo con pérdida de tiempo sin intención, caso de un Sebastien Loeb al que le metieron quince minutos de castigo por saltarse un paso de control.

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Barreda, al suelo

En motos, la clasificación de este jueves será invertida para los inscritos en la máxima subcategoría de las dos ruedas, la de Rally GP. Así, aunque el vencedor en meta fue Pablo Quintanilla, con lo que se convierte en uno de los que repite victoria parcial en este Dakar, no abrirá pista este jueves. Será Joan Barreda, al que le salió todo mal.

Y es que el valenciano se fue al suelo no una, sino dos veces. Aunque no fueron accidentes graves (tuvo algunas heridas en el rostro, pero nada serio), sí le hicieron perder mucho tiempo, con lo que finalizó último de su clase. No era lo previsto, ya que ahora le tocará abrir pista en el día que nadie quiere. Barreda está lejos, a más de 48 minutos del líder en la general, que vuelve a ser un Ross Branch que supo conjugar el tiempo perdido el día anterior. Les tocará afrontar un extraño y novedoso método para hacer de la etapa del día de este jueves toda una revolución.

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Así será la 'Crono 48H'

David Castera, director del Dakar, avanzaba antes del raid que esta jornada iba a suponer un antes y un después. Y es que, realmente, así va a ser. Desde la organización lo 'venden' como si en medio de la noche sonara un 'gong' y todos los pilotos se vieran obligados a parar en el siguiente punto de descanso. Realmente no será por la noche, sino a las 16 horas, cuando todos los competidores tendrán que pararse donde están y dirigirse al siguiente punto de descanso, donde contarán con unas jaimas para detenerse hasta el día siguiente.

Una de las claves será que, en ese descanso, en teoría no tendrán ningún tipo de información sobre su situación de carrera, la de sus rivales o lo que tienen por delante. Así que la estrategia pasará a un segundo plano para que sean las puras ganas de competitividad las que les empujen hasta la victoria o hasta el desastre.

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