El desquite de Jorge Martín

El campeonato disputará en el hemisferio sur una nueva final de las cinco que quedan por delante. Para Martín será la oportunidad de resarcirse de su última derrota, repitiendo el mismo esquema que en las últimas carreras, pero sin intentando no cometer errores. «Me siento fuerte y rápido, y tengo que aprovechar esa velocidad, pero sin pasarme, como en Indonesia, hasta llegar a la caída. Hay que mantener la calma y tratar de terminar el resto de carreras», valoró el madrileño. En el espectacular trazado de Phillip Island el año pasado hizo la pole con el récord absoluto del circuito el sábado; aunque el domingo solo pudo concluir séptimo en una carrera en grupo en la que acabó a 8 décimas del ganador.

En el otro bando, el vigente campeón de MotoGP llega crecido a la cita australiana, después de una inesperada victoria el pasado fin de semana que le ha devuelto la confianza: «Fue fantástico volver a ganar en Indonesia porque estábamos atravesando el momento más difícil de año. Servirá de motivación para el resto de la temporada». Entre Bagnaia y Martín solo hay 18 puntos de diferencia cuando restan por repartirse 185. De hecho, todavía hay un tercer invitado a la fiesta por el título, Marco Bezzecchi, a 63, aunque para el italiano lo más difícil no será tanto remontar la desventaja como sobrevivir al dolor de una clavícula recién operada. En la pasada cita de Indonesia salvó los muebles pero es consciente de que la lesión y el dolor «me van a acompañar hasta el final de temporada».

Cuando el paddock de MotoGP aterriza en esta isla al sur de Melboune siempre lo hace con un ojo puesto en la cambiante meteorología de la zona. Las fuertes rachas de viento oceánico son una constante en un circuito que está pegado al mar y en esta época del año, el inicio de la primavera austral, las temperaturas todavía son bajas y la lluvia suele hacer acto de presencia de manera regular. Así está previsto que suceda durante el sábado y sobre todo el domingo, donde los más agoreros hablan incluso de que hay posibilidades de cancelación si las peores previsiones se cumplen.

A pesar de todo, Phillip Island es una pista que gusta a todos. Uno de esos circuito de piloto, donde las manos del deportista cuentan más que la mecánica y que acostumbra a regalar algunos de los mejores 'highlights' del año. Aquí ha ganado en tres ocasiones en la categoría reina Marc Márquez y hace un año concluía segundo a una décima del ganador, en la última oportunidad real de victoria que ha tenido en los últimos tiempos.

«Llegar a un circuito que te trae buenos recuerdos te da un chute de energía, pero también tienes que ser realista, por el momento en el que llegas», señaló el de Cervera. El de Australia era uno de esos grandes premios que tenía marcado en rojo al inicio de año, aunque prefiere ser precavido con todo lo que ha pasado y la situación actual de la Honda. «Vengo de un fin de semana complicado en Indonesia y ahora toca salir al primer entrenamiento libre y coger confianza poco a poco. Aquí las caídas se penalizan caras porque es un circuito en el que se va muy rápido y lo tienes que sentir. Y si lo siento...».

Una pista que no solo trae buenos recuerdos a Marc Márquez, también al ganador de 2022, Álex Rins, aunque tendrá muy complicado repetir porque todavía corre con las secuelas de su doble fractura de tibia y peroné. Y a Maverick Viñales, que ya triunfó en 2018 con la Yamaha. Ahora vive su mejor momento desde que llegó a Aprilia y busca su primera victoria con la marca italiana.