Cien años de leyenda, pasión y éxitos

La fecha oficial del nacimiento de la RFME hay que situarla en el 2 de febrero de 1923. Aquel día el Real Moto Club de España y el Real Moto Club de Cataluña redactaron en Zaragoza los estatutos de la estructura que durante los últimos cien años ha canalizado el deporte del motor sobre dos ruedas en nuestro país. Una competición que durante tantos fines de semana ha hecho ondear banderas rojigualdas en los podio y que ha dado la friolera de 462 títulos en el ámbito internacional, entre campeonatos del mundo y de Europa; individuales y por equipos; y de pilotos y fabricantes nacionales.

La gala se celebró en el Palacio de Cibeles, sede del ayuntamiento de Madrid, y contó con la presencia de alcalde de la capital, Jose Luis Martínez-Almeida, que hizo de anfitrión y que recuperó aquella frase tan recurrente del 'yo soy español, ¿a qué quieres que te gane?' para afirmar que «nunca se hizo más realidad que con las motos». También estuvo el presidente del Consejo Superior de Deportes, José Manuel Franco, quien recalcó: «Cien años después, estamos en el mejor momento del motociclismo español». No es una manera de hablar. Solo en 2022 se ganaron diez títulos mundiales entre las diferentes disciplinas sobre dos ruedas. Números que sitúan al motociclismo español como la primera potencia mundial de la última década.

El Palacio de Cibeles reunió a la flor y nata del motociclismo español. Pilotos de ayer y de hoy, representantes de las diferentes federaciones territoriales, del sector de la industria de las dos ruedas en nuestro país. También asistieron los máximos responsables del estamento internacional, representados por el presidente de la Federación Internacional de Motociclismo, Jorge Viegas, y el CEO de Dorna, Carmelo Ezpeleta, que fue uno de los homenajeados con la distinción de Leyenda de la RFME. «Yo no soy leyenda de nada, son ellos, los pilotos», decía quien ha sido el máximo responsable del mundial de MotoGP en las últimas tres décadas.

El trofeo de Leyenda de la RFME se creó ex profeso para reconocer la labor de una decena de personas claves en la historia centenaria del motociclismo español. El primero de los homenajeados fue el Juan Álvarez (presidente de la RFME entre 1994 y 2007). A continuación fueron subiendo al escenario los deportistas más laureados de cada una de sus disciplinas. Abrió el melón el trial, con el precursor de la especialidad que más campeonatos ha dado al motociclismo español, Jordi Tarrés (siete títulos), acompañado del actual dominador y hombre récord de cualquier deporte, Toni Bou, que acumula 32 títulos a sus espaldas.

Iván Cervantes fue el siguiente de los premiados, con sus cinco títulos en Enduro. Otro pentacampeón, en su caso del Dakar, Marc Coma, fue el siguiente en ser nombrado Leyenda RFME. Para dar paso a la incombustible Laia Sanz con 24 campeonatos femeninos repartidos entre el trial y el enduro. Su presencia en el estrado sirvió de homenaje también al motociclismo femenino, que cada año gana presencia en las competiciones de dos ruedas.

Tocaba el turno a la disciplina reina de las dos ruedas: la velocidad. Entre los muchos campeones que han reinado en circuitos, la RFME destacó a Sito Pons y Álex Crivillé (dos títulos por cabeza) como los encargados de romper las barreras históricas en las cilindradas superiores, en una época en que los pilotos españoles solo reinaban en las categorías pequeñas. El último de los campeones en aparecer fue Marc Márquez, actual emblema del motociclismo nacional e internacional con sus ocho títulos (seis en la clase reina de MotoGP). El de Cervera explicaba el porqué de los éxitos de la RFME: «Porque se trabaja la base. No hay secretos. Hay una buena formación, una posibilidad para que el niño o niña pueda mostrar su talento y pueda crecer. España es tierra de motos, hay pasión, el tiempo acompaña, hay instalaciones, circuitos y se coge una inercia que no para de dar resultados».

Y todavía quedaba por rendir homenaje al pionero de tantos éxitos que vinieron detrás. Ángel Nieto y sus 12+1 títulos, que pusieron a España en el panorama internacional de un deporte que era cosa de anglosajones e italianos, y que lo convirtió en una competición de masas en nuestro país. Su hijo Gelete recogió el trofeo en su nombre, en el momento que puso el broche de gala a los cien años de una federación que vive instalada en una edad dorada permanente.