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David Sánchez de Castro
Sábado, 19 de octubre 2024, 22:05
A Max Verstappen nadie le puede dar por muerto aún, o no mientras él tenga algo que decir. Con todas las miradas puestas en la ilegalidad que en Red Bull han confesado que tienen pero que, dicen, no usan. Con Lando Norris, que le había recortado hasta tenerle casi a tiro en el Mundial. Con los Ferrari y los Mercedes dispuestos a jugar un papel protagonista. Las carreras al sprint son territorio del neerlandés.
Cuatro sprint, cuatro victorias. Este es el balance que el aún líder del Mundial tiene en este formato en 2024, con dos carreras en sábado aún pendientes para Brasil y Catar. En buena medida, para este resultado ha ayudado la falta de competitividad mostrada por Norris, que como le dicen sus detractores españoles, fue más Blando que Lando en la carrera corta del GP de Estados Unidos en Austin.
El que mostró su lado más duro fue Carlos Sainz, protagonista absoluto de las 19 vueltas disputadas antes de la clasificación que resolvería la pole de la carrera real de este domingo. El madrileño no tuvo piedad ni con su compañero Charles Leclerc, ni con su buen amigo Norris, ni con su rival George Russell. Todos ellos cayeron bajo el yugo de Sainz, que acabó segundo y fue el que más espectáculo dio en la primera de las dos citas competitivas de este sábado.
El que no brilló, sino todo lo contrario, fue Fernando Alonso. Antepenúltimo y gracias, con problemas serios de velocidad y, además, teniéndoselas con el casi novato Liam Lawson, que redebutaba en lugar del defenestrado Daniel Ricciardo en el RB Visa App al que Alonso, como muchos fans, aún llama AlphaTauri. Un 18º puesto es inaceptable incluso en una cita sprint, aunque en Aston Martin se tomen estos sábados como una suerte de laboratorios de pruebas para unas mejoras que aún están por llegar.
En una carrera como una al sprint en la que hay más que perder que ganar, Verstappen no dio pie a que nadie le arrebatara la primera posición en la salida. En las apenas 19 vueltas que había que disputar, el neerlandés hizo lo único que podía hacer, tirar, mientras por detrás Russell no solo era incapaz de pasarle o ponerle las cosas difíciles, sino que una gran salida de Norris le permitió ponerse segundo con una gran trazada en el pico de la primera curva.
En esa lucha estuvieron involucrados los Ferrari, con Leclerc inicialmente como ganador, porque Sainz no pudo ganarle la posición… o al menos no inicialmente. Y es que el madrileño comenzó con mucho más ritmo que su aún compañero Leclerc y protagonizaron una lucha a cara de perro. Sin cederse nada, porque nada se deben ya, y que acabó con un gran adelantamiento del español que, en otro contexto, hubiera sido demasiado agresivo entre pilotos que defienden el mismo escudo. Tampoco Leclerc cedió nada, pero como quedó demostrado inmediatamente, la razón le asistía a Sainz.
Y es que el ritmo del español de Ferrari le permitió enseguida ponerse en la zona alta y pelear por el podio. Sainz demostró que estaba con el ánimo de triunfo en esta carrera corta, y su siguiente víctima en apenas dos vueltas fue Russell, al que pasó en el mismo punto que a Leclerc. En descargo del británico de Mercedes, se quedó sin neumático delantero izquierdo en esa misma batalla con Sainz. La agresividad del madrileño que faltó en otras citas apareció en todo su esplendor.
Tras Russell y con Leclerc intentando cazarle pero sin conseguirlo, la siguiente víctima de Sainz fue Norris. El candidato al título, o eso pretende, intentó salvar los muebles este sábado después del error que le costó la primera fila el viernes, y lo logró a medias. El buen inicio de carrera se diluyó en la recta final, con sendos errores, incluido uno delante de las narices de Leclerc, que tuvo que pegar un volantazo para no llevárselo puesto. Si Norris quiere arrancarle el título de las manos a Verstappen no se puede permitir muchas más actuaciones como la de este sábado, máxime cuando se le cuelan rivales entre medias.
No todo está perdido para Norris, ni mucho menos. Queda la carrera de este domingo, donde se juegan el botín grande todos. Visto lo visto, quienes parten con una ligera ventaja competitiva en Austin son los hombres de Ferrari, que además tienen la oportunidad aún de pelearle el segundo puesto del Mundial de Constructores a Red Bull de aquí a final de año. Y habida cuenta que Checo Pérez ni está ni se le espera, Sainz aún está en condiciones de dar un gran servicio a Ferrari.
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