El atletismo salmantino alumbra dos nuevos talentos en el nacional sub18

La de este domingo era la jornada de las finales y ha dejado dos grandes chispazos para Salamanca. El primero lo ha dado Rodrigo Fito, el velocista con más futuro del deporte local. El del club La Armuña entrena bajo el paraguas de un mito como Ramiro Morán, zamorano de nacimiento, pero afincado en la provincia hace muchos años, donde ha sacado adelante el club que viste de azul y que cada vez destaca más.

Fito ha sido plata en la final de los 200 metros con 21.76 y, aunque no ha podido refrendar lo que apuntó en series, ha dejado claras muestras de que es un diamante en bruto. El sábado hizo 21.68 en su serie, segunda mejor marca sub 18 de todos los tiempos en España (por detrás de Gavaldá) y prometía lo mejor para el domingo. Con otro gran crono, se ha visto superado por Isaias Artigas que ha hecho récord del campeonato (21.57).

La segunda gran aparición del día ha sido la de Álvaro González. El joven mediofondista del Atlético Salamanca entrenado por otra leyenda, Miguel Ángel Rivero. Júnior de primer año, según su entrenador «no contábamos con nada» para este campeonato, pero se lleva el oro y es el nuevo campeón de España.

Se trata de un atleta rápido, el año pasado fue campeón de España de 1.000 con un marcón (2.29) y está en fase de adaptación al 1.500, la distancia que le toca ahora. Su aclimatación será laboriosa, pero ya puede decir que la hace con un título, que ha tenido su miga. Álvaro es, curiosamente, hijo de dos exatletas, vallistas, a los que Rivero entrenó en su día y que ahora le han confiado la evolución de este joven talento.

El sábado, en las series, sufrió para entrar en la final. La criba era enorme: había cuatro series, con once atletas cada una, y sólo entraban dos por eliminatoria y dos tiempos. González fue tercero en su serie, pero apretó y logró hacerse con uno de los puestos por tiempos y plantarse en la final.

En la última carrera, le ha favorecido el ritmo de final. «Ha sido una carrera muy perra, lenta, y eso le ha favorecido», cuenta su entrenador. En efecto, el salmantino se ha beneficiado del bajo ritmo y ha sacado su final con un último 400 monstruoso que ha puesto en pie a las gradas de la pista de La Aldehuela, público entendido que ya le pone cara a dos nuevas promesas.