Neymar, Rosell y Bartomeu, absueltos en el juicio por corrupción

La causa se inició por una querella presentada por la firma DIS-Esportes, que tenía el 40% de los derechos federativos del futbolista y que consideró que entre el jugador, el FC Barcelona y el Santos le estafaron para pagarle menos por el traspaso del jugador brasileño del Santos al club azulgrana. La Fiscalía pedía inicialmente dos años de cárcel para Neymar y hasta cinco para Rosell, entre otras penas. Pero ya durante el juicio, el Ministerio Público cambió su posición. En el turno de la lectura de las conclusiones, la Fiscalía retiró las acusaciones a todos los encausados y allanó el camino para la absolución, que finalmente se ha producido en la sentencia del tribunal de la sección sexta de la Audiencia Provincial de Barcelona.

El fiscal señaló en su alegato final que algunos de los acusados sí pisotearon «y con alegría» el código civil, así como el reglamento de la FIFA, pero a su entender no violaron el Código Penal, que es lo que se juzgó en este juicio. Dijo que la empresa DIS tenía motivos para sentirse perjudicada, pero debió ir por lo civil y no por lo penal.

La sentencia de la Audiencia Provincial señala que de la prueba practicada «no resultan indicios de que al jugador le fuera ofrecido un soborno» para fichar por el Barça, como afirmó la empresa DIS. Según el tribunal, no se ha probado la simulación contractual y tampoco la finalidad de perjudicar a DIS.

Por el traspaso de Neymar al Barça, DIS percibió la cantidad de seis millones, como propietaria del 40% de los derechos federativos del jugador. El fichaje costó en torno a 85 millones, pero fueron pagados por diversos conceptos, de ahí que DIS solo recibió seis millones y se sintió estafada. En la querella dijo que se había falseado la cifra de fichaje y que era mucho más elevada. Así, el Barça pagó 60 millones a N&N, empresa del padre del futbolista entre 2011 y 2013 y 25 al Santos: 17 por el traspaso y 8 por la opción de compra de tres jugadores. Los seis millones para DIS eran por el 40% de los 17 millones del traspaso.

Según la sentencia, en el año 2011, el club azulgrana, a través de su presidente, Sandro Rosell, negoció con el Santos el fichaje de Neymar. Tras una negociación fallida, el jugador renovó hasta 2014 con los brasileños. En el nuevo contrato se pactó una cláusula de rescisión de 65 millones de euros. Pero el presidente del Santos, Luis Álvaro de Oliveira, facilitó al jugador una carta privada que le autorizaba a negociar directamente con otros clubes.

Es lo que hizo Neymar da Silva Santos, padre del jugador. Pactó con el Barça un acuerdo por el que esta entidad se aseguraba el fichaje del jugador en 2014, cuando quedara libre, a cambio de cuarenta millones de euros. El Barça garantizaba al jugador un sueldo mínimo en cinco años de 36 millones. Finalmente, en 2013, el Barcelona y el Santos llegaron a un acuerdo para el traspaso del jugador por la cantidad de 17 millones y no los 65 que estipulaba la cláusula de rescisión.

Siete contratos

El club del Camp Nou celebró hasta siete contratos con el jugador, con su padre y con varias sociedades representadas por éste, en los que se estableció un salario mayor al estipulado en la negociación de 2011. En el contrato de trabajo, firmado el 3 de junio de 2013, se fijó un pago al jugador de una prima de fichaje por importe de ocho millones, que no estaba pactado en 2011. El club garantizó además al jugador cobrar en los cinco años de duración 45 millones, en lugar de los 36 millones previstos inicialmente.

Se trata del segundo caso Neymar relacionado con el FC Barcelona. El brasileño salió del cuadro catalán en 2017 con destino al PSG, a cambio de 222 millones. Su estancia en el club azulgrana estuvo marcado por los problemas judiciales. El cuadro blaugrana fue condenado a pagar una multa de 5,5 millones por dos delitos fiscales cometidos en la operación de fichaje del brasileño. El jugador demandó al Barça por la prima de renovación pactada en 2016 y que se truncó a raíz de su fichaje por el PSG. En este caso, fue el club catalán el que ganó el pleito.