Un doblete de Griezmann prolonga la racha del Atlético

Está fresco el Atlético en este tramo final de temporada. Se nota que dimitió pronto de Europa y cayó en la Copa ante el Real Madrid, y que solo juega un partido a la semana, aunque en esta disputó un amistoso benéfico con derrota ante Besiktas en Estambul.

Consolidado hace tiempo en zona Champions y con el reto de intentar superar en la segunda plaza al Real Madrid, algo más que un honor para los colchoneros, juegan los rojiblancos con rapidez, destreza, grandes movimientos con y sin balón y una ambición que se echó de menos en otros tiempos con el Cholo.

Desde el pitido inicial, quiso el Atlético demostrar por qué es el mejor equipo de la segunda vuelta ante el único equipo de la Liga que aún no ha vencido como visitante. Koke, Carrasco, que percutió una y otra vez por el carril izquierdo, y Griezmann, quizá el jugador más determinante ahora de la Liga, formaron un triángulo mágico.

A los tres minutos, avisó el Principito con un tiro de falta lejano y alto. Dos más tarde, sorprendió a los indálicos en un saque de esquina. Golpeó Carrasco, peinó Correa y remató el francés con la testa. Enfado de Rubi por encajar en una acción de estrategia. Solo había un equipo sobre el césped y la tarde tenía pinta de goleada.

Buscaban los locales a Correa, que volvió al once en lugar de Morata tras faltar en Vallecas por el fallecimiento de su madre. Recibió el homenaje desde la grada en el minuto 10 y luego buscó el gol del año. Control maravilloso con regate incluido y disparo de rabona. Bellísima la acción, pero esto es la élite y con 1-0 hay que ser más pragmático y menos virguero. O al menos seguro que eso piensa el Cholo.

Resulta que el Almería ni se había acercado a los dominios de Oblak, pero empató gracias a un regalo. Un pase hacia atrás de Correa se convirtió en una asistencia maravillosa a Leo Baptistao, que marcó con la colaboración de Giménez y no lo celebró por su pasado rojiblanco. Cuatro goles le ha marcado ya al Atlético, su rival preferido.

Vuelta a empezar, aunque los de Simeone recuperaron la ventaja poco antes del descanso. Gran combinación entre Koke, Correa y Carrasco para la definición de Griezmann. El tanto fue anulado por el asistente, pero el VAR determinó que la posición de Correa era legal.

Salió el Atlético a toda mecha tras el descanso. No quería más sorpresas. Enseguida, Fernando se lució a cabezazo de Griezmann y a tiro de Llorente. Clamor colchonero por una mano abierta de Samu Costa, pero ni el juez ni el VAR concedieron el primer penalti a favor del Atlético en toda la temporada. A renglón seguido, se durmió Babic, Llorente le robó la cartera y Griezmann no acertó esta vez. Carrasco, omnipresente, disparó a la base del poste. También Antoine tras un pase soberbio de Llorente.

El Almería resistía milagrosamente el acoso. Seguía vivo en un monólogo local. Fernando, héroe visitante. Entró Morata por Correa y triple cambio en los andaluces. En una jugada tonta, Llorente vio una amarilla y es baja en el Camp Nou. Los visitantes al fin pudieron tocar algo más el balón, quizá por que a sus rival le entraron las dudas entre seguir atacando o mantener la renta. Lo típico cuando un equipo domina y genera un sinfín de ocasiones pero no sabe cerrar los partidos. Incertidumbre hasta el final.