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Artem Dovbyk celebra uno de sus 14 goles con el Girona EFE

Dovbyk, el exiliado por la invasión de Ucrania que hace soñar al Girona

El enorme ariete, que agrandó la historia de su país en la Euro 2020, aterrizó en el club gerundés tras despuntar en el Dnipro-1 y ahora coquetea con los máximos goleadores de Europa

Isaac Asenjo

Madrid

Viernes, 9 de febrero 2024, 11:18

Si no fuera futbolista de élite, Artem Dovbyk (Cherkasy, Ucrania, 1997) tendría varios números para estar en alguno de los puntos del frente del Donbás. O quizás en algún tren esperando para ir hasta la ciudad fronteriza con Rusia. Más de un centenar de futbolistas ... han abandonado las dos primeras ligas de Rusia y Ucrania desde el comienzo de la guerra, de la que este mes se cumplen dos años. La mayoría de ellos lo han hecho para fichar por clubes de otros países, pero hay algunos que simplemente rescindieron sus contratos para quedar como agentes libres. Es el caso tanto del máximo goleador de Primera Divisón, empatado con Jude Bellingham y Borja Mayoral con 14 goles, como de su compañero de equipo Viktor Tsygankov (4 goles en Liga). Cuarenta y seis disparos a portería, 26 de ellos entre los tres palos. Un 56.52% de acierto para el portento ucraniano, que junto al otro exiliado por la invasión de su país forman dos de las grandes figuras de un atractivo Girona que no tiene límites.

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El sueño de los blanquirrojos, que este sábado visitan al Real Madrid en el el Santiago Bernabéu, pasa por las botas de Dovbyk, un desconocido hasta el pasado mes de agosto para la gran mayoría de aficionados españoles, que se convirtió en el fichaje más caro de la historia del cuadro gerundés que dirige desde el banquillo Míchel Sánchez. El ojo clínico de Quique Cárcel, máximo responsable del área deportiva del club catalán, se lo trajo a España con un desembolso de 7 millones de euros, con los que el club se hizo con el 70% de sus derechos procedente del Dnipro-1 por cinco temporadas, hasta junio de 2028. El fichaje más caro en la historia del club, que anteriormente pasó por clubes de Moldavia y Dinamarca, le salió bien barato a los de la comarca del Gironés.

Algo vio el Girona en su portentosa constitución, 1'89 metros, además de sus 24 goles y 6 asistencias con las que llegaba tras 30 partidos en la Premier Ucraniana el curso pasado. En Conference League disputó siete encuentros y firmó cinco goles y dos asistencias. La liga española parecían palabras mayores, pero el ucraniano, que no habla casi nada de español, se ha adaptado a la perfección. Su carta de presentación fue un primer gol en la primera jornada contra la Real Sociedad con un preciso cabezazo. «Es inteligente, entiende el fútbol perfectamente y solo con la pizarra ya controla todo. Con el inglés, un traductor como el utillero, y alguna consigna más no es complicado», dijo Míchel a principio de temporada. Cualquier método vale en el idioma del fútbol. Su sola presencia condiciona el juego del enemigo, y da igual en lo que hable el 'killer' del Girona porque el idioma del gol lo entiende perfectamente. El equipo de Montilivi es junto al Bayer Leverkusen el segundo más goleador de las grandes ligas (52 goles), solo por detrás del Bayern de Múnich (59.)

Cuenta con la altura necesaria para llevar peligro de cabeza, con la que ha anotado cinco tantos hasta la fecha; así como rapidez para abrirse hueco entre los defensas de LaLiga: nueve tantos con la zurda en el área además de un gol desde fuera de la frontal. En total 14 goles y 5 asistencias en 20 partidos de Liga -17 como titular- con los que coquetea con los máximos goleadores del Viejo Continente: Erling Haaland en la Premier lleva también 14 tantos, Lautaro Martínez en la Serie A, algo más lejos con 19; Kilyan Mbappé está en los 20 tantos en la Ligue 1, mientras que Harry Kane alcanza las 24 dianas en 17 encuentros en la Bundeliga.

Dovbyk se codea con la élite europea, y en la pasada Eurocopa celebrada en 2020 en Inglaterra, agrandó la historia para su país. Apenas jugó un cuarto de hora pero marcó uno de los goles más importantes para Ucrania, que por primera vez disputó cuartos de final del torneo. Saltó al campo en el minuto 106 en lugar de Andriy Yarmolenko, y se convirtió en el héroe de la selección que dirige desde el banquillo el mito de Andrey Shevchenko. Justo cuando más agonizaba la prórroga en el duelo ante Suecia de octavos de final, el atacante del Girona metió a los del este de Europa entre los ocho mejores equipos de la competición, igualando el mejor momento ucraniano, que fueron los cuartos de final del Mundial 2006.

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