Vinnie Johnson fue un escolta que se ganó su lugar en la historia de la NBA formando parte de aquellos Detroit Pistons que se adjudicaron dos campeonatos consecutivos. Su facilidad para anotar muchos puntos en pocos minutos le valió el apodo de Microondas de unos ... Bad Boys en los que los principales focos de atención se dirigían hacia Isiah Thomas, Joe Dumars, Bill Laimbeer o Dennis Rodman. Algo similar es lo que está haciendo esta temporada Marco Asensio, capaz de aprovechar las escasas oportunidades que le concede Carlo Ancelotti de calzarse las botas para sacarles una rentabilidad máxima mientras apura sus opciones de continuar en el Real Madrid.
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El balear fue un revulsivo perfecto frente al Sevilla para un líder que debió sentenciar el partido antes del descanso, pero que se complicó la vida a vuelta de vestuarios y necesitaba ese chute extra de energía y dinamismo que aportó Ancelotti con los cambios. Alejado de la banda y ejerciendo de volante eventual, donde lució su visión panorámica, finura en el pase y amenaza desde segunda línea, Asensio desencadenó el contragolpe fulgurante que desembocó en el tanto de Lucas Vázquez con el que el Real Madrid volvió a ponerse por delante, previa asistencia al gallego de un Vinicius que contabiliza ya cinco entregas de gol en lo que va de campaña.Y luego sirvió el tercero a Valverde, sellado por el charrúa con otro misil imparable desde fuera del área. Resulta difícil tener una incidencia mayor en apenas trece minutos sobre el pasto.
«Es un gran jugador que puede jugar en el Real Madrid. Está aprovechando los pocos minutos que le estoy dando y, por cierto, merece más. Tanto él como Vinicius han marcado hoy diferencias», aseveró Ancelotti, que se marchó del Santiago Bernabéu plenamente satisfecho con su fondo de armario. «Tenemos un banquillo espectacular, con actitud. Cuando desde el banquillo se marca la diferencia significa que la plantilla tiene salud», agregó el transalpino.
Asensio solo acumula 127 minutos en lo que va de campaña: 59 en Liga y 68 en la Champions. Un reducido bagaje que no le ha impedido dejar su impronta, con dos goles y la mencionada asistencia que registró contra el Sevilla. Su primera diana del curso la facturó en la segunda jornada de la fase de grupos de la máxima competición continental, cuando rubricó en el descuento el triunfo del Real Madrid sobre el Leipzig, después de relevar a Camavinga en el minuto 64 de aquel encuentro en el que Valverde dio ventaja a los blancos en el tramo final. Y la segunda la agregó el miércoles ante el Elche, cuando irrumpió en el minuto 80 de un envite en el que su equipo ganaba ya por 0-2 y al que puso el broche sobre la bocina con una definición sutil tras pase de Rodrygo.
«Es verdad que estoy teniendo pocos minutos, pero me centro en que sean de calidad y luego lo demás no depende de mí, depende del entrenador, que me pueda dar más minutos», señalaba al término del pleito con el Sevilla un Asensio que comenzó la temporada en el furgón de cola dentro de los planes de Ancelotti, tras un verano convulso en el que amagó con salir del Real Madrid, pero que no pierde la esperanza de revertir la situación y ganarse incluso una renovación que el club no ha puesto aún sobre la mesa.
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«Para mí es importante aprovechar cada oportunidad», reconoce el mallorquín, al que se ve más centrado en los últimos partidos, superado ya aquel calentón que protagonizó cuando se quedó sin jugar frente al Mallorca y que provocó los silbidos del Santiago Bernabéu una vez que saltó al verde tres días después para el mencionado enfrentamiento con el Leipzig. Allí acabó tornando los pitos en aplausos, pese a que el respetable volvió a recelar más adelante de su figura después de que, en una entrevista concedida mientras estaba concentrado con la selección española para los dos últimos compromisos de la fase de grupos de la Liga de Naciones, no cerrase la puerta a la posibilidad de fichar por el Barça el próximo verano.
Asensio asume que debe trabajar más duro que nunca para ganarse un papel mayor dentro de un equipo en el que la competencia es máxima. La baja el martes frente al Leipzig de Valverde, que solo sufre un bocadillo en el muslo derecho como consecuencia de la dura entrada del Papu Gómez y debería estar disponible para la siguiente cita liguera de los blancos el próximo domingo contra el Girona, aumenta sus opciones de sumar su primera titularidad del curso en el Red Bull Arena. «La temporada es larga y tengo que esperar mi oportunidad», subrayó tras su buena actuación ante el Sevilla un jugador que ha abierto una rendija para la esperanza.
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