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Jornada 1

El Real Madrid salva el susto, pero se lleva un aviso

Los goles de Lucas Vázquez y Alaba en la segunda parte permiten la remontada del campeón frente a un Almería sin complejos en su regreso a la élite

Óscar Bellot

Madrid

Domingo, 14 de agosto 2022

Ciento seis días después de proclamarse con enorme brillantez y a falta de cuatro jornadas como campeón de la Liga 2021-22, el Real Madrid inicia el formidable desafío de revalidar el título, algo que no logra desde 2008, visitando el campo del ascendido Almería ... con rotaciones a la vista.

Como ya adelantase tras amarrar la Supercopa de Europa imponiéndose al Eintracht en Helsinki, Carlo Ancelotti confirmó ayer que esta temporada tendrá menos tapujos a la hora de agitar el once porque así lo exige un calendario extenuante que tendrá a los blancos inmersos en cinco competiciones, a las que hay que añadir la presencia de muchos de los pupilos del italiano en el Mundial de Catar, cuya ubicación en otoño altera cualquier tipo de planificación al uso. Pero también porque considera que es la fórmula idónea para mantener enchufado a un grupo en el que la competencia se ha acentuado con los fichajes de Rüdiger y Tchouaméni. El preparador de Reggiolo tiene un fondo de armario extraordinario y no hay mejor manera de estrenar el curso que presumiendo de las múltiples variantes que tiene a su disposición.

«Las rotaciones son por el hecho de tener una plantilla muy fuerte y tener a todos motivados. Hay un Mundial y necesitamos una plantilla bastante larga y en buenas condiciones. La idea es rotar más con respecto al año pasado. Tengo una plantilla más completa», analizó Ancelotti en la primera rueda de prensa que ofrecía en Valdebebas desde aquella multitudinaria intervención en el Media Day previo a la disputa de la final de la Champions frente al Liverpool que le valió al Real Madrid la Decimocuarta.

Desde que volviese a tocar el cielo en París, todo han sido alegrías en el acontecer diario del Real Madrid, cuyo éxtasis no se ha visto alterado ni por las famosas palancas de Laporta, destinadas a propiciar el resurgimiento del Barça como seria amenaza a la felicidad merengue. A una pretemporada plácida y sin sobresaltos en forma de lesiones se unió la demostración en la capital de Finlandia de que los blancos no han perdido ni un ápice de su voracidad competitiva. La pantagruélica ingesta de títulos a lo largo de los últimos meses ni mucho menos ha saciado el estómago de un bloque que se ha fijado el reto de pelear por los seis trofeos a los que aspira en la naciente campaña, el primero de los cuales ya ha engrosado sus vitrinas.

Dos bajas

«Las sensaciones son buenas. Tenemos toda la ilusión del mundo de empezar bien la temporada. Defendemos el título y cada partido será competido y complicado», explicó Ancelotti antes de facilitar una convocatoria en la que no entraron Carvajal ni Rodrygo por motivos físicos. El lateral de Leganés arrastra problemas en el tobillo desde hace semanas que aconsejan precaución, pese a que no le impidieron participar en la Supercopa de Europa. Por su parte, el extremo brasileño se perdió la última sesión a causa de una sobrecarga en el muslo derecho.

Son las dos únicas bajas del Real Madrid para un partido en el que los 'outsiders' de Ancelotti confían en empezar a cargarse de argumentos para poner en un brete a un míster que se caracterizó el curso pasado por el inmovilismo en sus alineaciones. Lucas Vázquez será el recambio de Carvajal en el lateral diestro, mientras que Nacho y Rüdiger conformarán la pareja de centrales. En el centro del campo, parece claro que Ancelotti apostará por el violín en las citas de mayor alcurnia, pero Almería se antoja como una buena plaza para dar rienda suelta al rock'n roll que preconizan sus más jóvenes mediocentros. De ahí que Tchouaméni se estrene como titular junto a Camavinga y Kroos. Arriba, el mismo tridente que partió de inicio en Helsinki: Valverde, Benzema y Vinicius.

La abundancia y el sosiego con el que transita Ancelotti contrastan con las cuitas que atormentan a Rubi. El técnico catalán devolvió al Almería a la élite después de que el conjunto andaluz pasase siete campañas consecutivas en Segunda y ahora afronta el reto de mantenerlo en Primera, pero aún no sabe con qué mimbres podrá abordarlo. El control financiero de LaLiga aprieta y en el Almería andan pendientes de hacer caja para cuadrar las cuentas.

Sadiq, uno de los principales artífices del ascenso con los 18 goles que facturó la pasada temporada, está en la rampa de salida al igual que Ramazani, que también cuenta con varias novias. Pero, a la espera de que se concreten esas posibles ventas, Rubi cuenta con ambos para encarar al Real Madrid con un once muy parecido al que certificó el ascenso el pasado mes de mayo en Butarque.

El Real Madrid rozó un patinazo de envergadura en el primer partido de un campeonato que dominó con puño de hierro el pasado curso. El Almería, carente de cualquier tipo de complejos en su regreso a Primera siete años después, tuvo contra las cuerdas durante más de la mitad del partido al equipo de Carlo Ancelotti, cuyo desempeño con la alineación más disruptiva elaborada por el técnico de Reggiolo en muchos meses reforzó la tesis sobre la que Carletto pergeñó una campaña inolvidable: lo que funciona es mejor no tocarlo demasiado.

El tempranero gol de Ramazani, que retrató la falta de costuras de una zaga inédita y, por tanto, sin los automatismos necesarios, en el Real Madrid hizo soñar a la afición que reventó el Power Horse Stadium con ser testigo de una de esas campanadas que se recuerdan durante años. Pero en la segunda parte emergió el oficio del campeón, que remontó con dianas de Lucas Vázquez y Alaba para sumar el triunfo en una de esas plazas que conviene asegurar para marcar territorio desde el principio.

Tal y como había adelantado, Ancelotti refrescó el once del Real Madrid introduciendo cinco variantes respecto al que dispuso en la Supercopa de Europa, con mención especial para el estreno como titulares de los dos fichajes del curso: Rüdiger y Tchouaméni. Salvo la portería y la delantera, el italiano tocó todas las líneas y el efecto de ese movimiento de piezas se tradujo en un equipo desajustado, especialmente en defensa. Sacó rédito de ello enseguida el Almería, que festejó su regreso a Primera con un gol de Ramazani a pase de Eguaras. El belga aprovechó que Rüdiger se quedó enganchado para burlar el fuera de juego y batir a Courtois cruzando con la diestra.

Almería

Fernando, Chumi, Kaiky (Arnau, min. 81), Ely, Babic, Akieme, Samú, Eguaras (Portillo, min. 81), Robertone (Curro, min. 57), Ramazani (Lazo, min. 71) y Sadiq (Dyego Sousa, min. 71).

1

-

2

Real Madrid

Courtois, Lucas Vázquez, Rüdiger, Nacho, Mendy (Alaba, min. 74), Tchouaméni (Hazard, min. 58), Camavinga (Modric, min. 46), Kroos (Ceballos, min. 83), Valverde, Benzema y Vinicius (Casemiro, min. 83).

  • Goles: 0-1: min. 6, Ramazani. 1-1: min. 61, Lucas Vázquez. 1-2: min. 75, Alaba.

  • Árbitro: Martínez Munuera (Comité Valenciano). Amonestó a Camavinga, Sadiq, Curro y Arnau.

  • Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada de Liga, disputado en el Power Horse Stadium ante 15.283 espectadores.

El tanto del Almería, que venía a recompensar su energético comienzo de encuentro, elevó la presión sobre el vigente campeón de Liga y de Europa, que dispuso de una gran ocasión para nivelar el marcador casi a renglón seguido, pero Benzema perdonó donde no acostumbra. Atendiendo a la entidad del rival, Rubi orquestó una defensa de cinco que selló los espacios y logró anestesiar a un Real Madrid plano y de ritmo cachazudo en el que solo los culebreos de Vinicius y las conducciones de Valverde abrían grietas en el muro indálico.

El equipo de Ancelotti sitiaba el área del Almería, aunque sin desarbolar a una retaguardia muy compacta porque a los blancos les faltaba clarividencia en el pase y Benzema estaba extrañamente errático. Por si eso fuera poco, las pocas veces que el cuadro de Rubi se atrevía a estirarse, agujereaba con suficiencia un centro del campo en el que a Tchouaméni aún le falta experiencia para fungir como boya en solitario. En el Mónaco acostumbraba a jugar junto a otro mediocentro defensivo y por el momento carece de la cintura táctica de Casemiro.

El apagón visitante fue de tal calibre que a Ancelotti no le quedó más remedio que alistar a Modric tras el descanso para engrasar el ataque de un equipo romo. El Almería había envidado con un bloque de futbolistas sin experiencia en la élite, a excepción de Ely, pero se conducía con un aplomo extraordinario en el que sobresalía la figura de Fernando, el veterano guardameta que ha visto cumplido el sueño de jugar en Primera a sus 32 años y que tuvo un estreno casi impecable.

Las acometidas más nítidas del Real Madrid morían una y otra vez en los guantes del portero murciano, lo que llevó a Ancelotti a elevar la apuesta sacrificando a Tchouaméni para ubicar a Hazard en el tridente ofensivo, retrasando a Valverde al centro del campo y situando a Kroos como ancla.

Reconfigurada apenas la disposición de sus tropas, el Real Madrid encontró al fin alivio en un balón rechazado por Fernando tras un eslalon de Vinicius en el área que le cayó a Lucas Vázquez para que el gallego contuviese la sublevación del Almería. El gol fue mano de santo para el Real Madrid y supuso una losa muy pesada para el Almería, al que el derroche de energía le pasó factura. Acantonado en campo contrario, el equipo de Ancelotti multiplicaba sus llegadas, aunque fue a balón parado como logró voltear el marcador para sumar los tres puntos con un zapatazo ajustado al palo de Alaba, recién salido al campo, que evitó que el campeón comenzase la defensa del título con sonrojo.

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