El Inter golpea primero en la batalla táctica ante el Atlético

El dominio fue interista de inicio, con el líder de la Serie A italiana manejando el balón y metiendo al Atlético en sus dominios. Necesitaba estirarse el conjunto colchonero para superar la exigente presión del Inter, un equipo perfectamente trabajado por la pizarra de Simone Inzaghi, en su momento compañero de Simeone en la Lazio. Lo logró y generó una buena oportunidad de Lino, que disparó desviado, con demasiada rosca. Y es que con el paso de los minutos el Atlético, bien plantado sobre el césped del Giuseppe Meazza, consiguió alejar al conjunto italiano de su área y también robarle por momentos la posesión.

Mucha contención, escenario propio de una batalla táctica muy igualada. En el equilibrado duelo entre planteamientos, con actividad frenética de ambos entrenadores en las áreas técnicas, no había concesión alguna al rival, pues la batalla de la eliminatoria promete ser larga. Tanto era el respeto entre ambos contendientes que escaseaban las acciones de ataque, con disparos muy desviados como mayor expresión de peligro. Poco trabajo para los porteros, meros espectadores de la batalla por el control del duelo en el centro del campo hasta el cabezazo de Lautaro tras centro de Barella, bien atrapado por Oblak.

Pese al esfuerzo y el rigor colchonero en la marca, al descanso llegó algo mejor el Inter. Un grosero error de Rodrigo de Paul en la entrega en zona roja pudo costar un disgusto al Atlético, que no obstante replegó bien ante la cabalgada del exuberante Thuram y evitó que Lautaro tuviese espacio para finalizar la acción. Cada pérdida de balón atlética en la construcción del juego la aprovechó el equipo 'nerazzurro' para lanzar el contraataque, como ocurrió al borde del descanso en una jugada concluida con el remate de Thuram, muy centrado para Oblak.

El paso por los vestuarios redobló el ímpetu interista. En apenas unos minutos el tricampeón de Europa generó más peligro que en toda la primera parte, con un remate a bocajarro de Mkhitaryan que sacó bajo palos Witsel y una volea acrobática de Lautaro que no encontró portería pero enardeció el ambiente en San Siro. Arnautovic también lo intentó, de cabeza, y el Cholo ya se vio obligado a retocar su equipo ante el peligroso devenir de los acontecimientos.

Arriesgó el técnico argentino con Morata, recuperado en tiempo récord de un esguince del ligamento en su rodilla derecha, y la reacción de su equipo originó una gran ocasión de Lino, que pecó de egoísta. Se sacudió el Atlético el dominio 'nerazzurro' y otra vez amenazó al espacio con el físico de Llorente, que se topó con la valiente salida de Sommer.

Se abrió definitivamente el partido, para lo bueno y para lo malo, pues lo cierto es que Arnautovic perdonó con todo a favor tras una extraordinaria pared con Lautaro. En ese toma y daca parecía más cerca del gol el Inter, que renovó sus carriles con Dumfries y Augusto y se volcó en busca del premio.

En ese escenario el Atlético valoró el peso de un buen empate y se replegó para aguantar el arreón interista, pero se quedó a medias. Oblak neutralizó otro buen remate de cabeza de Lautaro antes de que Reinildo y De Paul no se entendiesen, originando el contraataque que derivó en el gol de Arnautovic. Otra vez Oblak detuvo ante Lautaro en primera instancia, pero el austriaco recogió el balón rechazado y le dio al Inter esa preciada ventaja que se lleva al Metropolitano. El feudo rojiblanco tiene ahora la última palabra en un segundo asalto que promete emoción.