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Daniel Panero
Madrid
Martes, 12 de marzo 2024, 23:16
El Barça estará, cuatro años después, en los cuartos de final de la Liga de Campeones. El conjunto que dirige Xavi Hernández se impuso este martes al Nápoles en el Lluis Companys por 3-1 en un partido en el que los ... culés fueron netamente superiores. Fermín López y Joao Cancelo dieron ventaja a los azulgranas, Rrahmani recortó distancias antes del descanso y, ya en la recta final del choque, Lewandowski cerró la cuenta para acabar con todos los fantasmas y asegurar el pase a la siguiente fase.
Un tsunami. Eso fue lo que se encontró el Nápoles en el césped del Lluis Companys. Fue como si un volcán llevara meses tratando de entrar en erupción. Así se presentó el Barça a jugar este martes, desatado. Xavi apostó por los adolescentes, con Cubarsí en la zaga, con Lamine Yamal en el extremo diestro y con Raphinha en el zurdo. Todo al ataque, sin ataduras. La idea era presionar en campo contrario, asediar a los italianos y golpear primero, cuanto antes.
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La apuesta, en esta ocasión, no pudo ser más certera. El Barça firmó en el inicio sus mejores minutos de la temporada, ganó todos los balones divididos y hasta supo alternar el juego en corto con balones en largo que desestabilizaron al Nápoles. Así llegaron las primeras ocasiones y así se gestó el primer gol, ese que hizo estallar la «olla a presión» de la que Xavi habló en la previa. Raphinha, muy activo, ganó la línea de fondo y puso un balón atrás que leyó a la perfección Fermín para fusilar a placer el primero de la noche, el que alejaba fantasmas.
Barcelona
Ter Stegen, Koundé, Cubarsí, Araujo, Cancelo, Christensen (Oriol Romeu, min. 60), Fermín (Sergi Roberto, min. 60), Gündogan, Lamine Yamal, Lewandowski y Raphinha (Joao Félix, min. 81).
3
-
1
Nápoles
Meret, Di Lorenzo, Rrahmani, Juan Jesús, Mario Rui (Olivera, min. 64), Anguissa, Lobotka, Traoré (Raspadori, min. 78). Politano (Lindstrom, min. 64), Osimhen y Kvaratskhelia (Ngonge, min. 92).
Goles: 1-0: min. 15, Fermín. 2-0: min. 17, Cancelo. 2-1: min. 30, Rrahmani. 3-1: min. 83, Lewandowski.
Árbitro: Danny Makkelie (Países Bajos). Amonestó a Christensen, Lamine Yamal, Juan Jesús, Traoré y Olivera.
Incidencias: Partido de vuelta de octavos de final de la Liga de Campeones, disputado en el Estadio Lluis Companys ante 50.301 espectadores.
El gol fue el justo premio para un Barça muy enchufado en el partido. Christensen y Gündogan funcionaban como un reloj suizo, Cubarsí estaba imperial una vez más y Lamine Yamal era una pesadilla para Rui Mario, incapaz de contener el desparpajo de un chaval que no entiende de escenarios. En este contexto el segundo era cuestión de tiempo y llegó por medio de Cancelo después de cazar un disparo a la madera de Raphinha. Todo era tan idílico que los culés en la grada se pellizcaban para creerlo. Era un sueño, pero despertaron poco después en un despiste defensivo que aprovechó Rrahmani para recortar distancias y poner un poco de incertidumbre antes del descanso.
Tras la reanudación, el Nápoles dio un paso al frente. Francesco Calzona instó a los suyos a presionar arriba para poner en dificultades la salida desde atrás del Barça y poco a poco el runrún comenzó a llegar a las gradas del Lluis Companys. Los de Xavi ya no tenían el control del partido, el balón duraba poco en dominio azulgrana y las llegadas del cuadro visitante empezaron a ser una constante gracias a la aparición entre líneas de Kvaratskhelia y Lobotka. Poco tenía que ver el encuentro con ese inicio arrollador del equipo culé.
Xavi tenía que modificar algo. Debía recuperar el control y optó por dar entrada a Sergi Roberto y Oriol Romeu, dos jugadores con los que refrescar un centro del campo que estaba acusando el esfuerzo de la primera mitad. Los cambios le sentaron bien al equipo, que logró sacarse de encima la presión del Nápoles y echar la pelota al piso, ahí donde más le convenía que estuviera el encuentro. Así se recuperó el Barça, con la pelota, y así empezó de nuevo el asedio contra la portería de Meret.
El meta italiano salvó a los suyos tras disparos de Raphinha y Gündogan, pero poco pudo hacer en una jugada de tiralíneas que acabó con Sergi Roberto adentrándose en el área y con Lewandowski empujando a placer el tanto de la tranquilidad, ese que sitúa al Barça cuatro años después entre los ocho mejores equipos de Europa. El tanto del polaco cerró un triunfo vital para los azulgrana de cara a la viabilidad del club, de cara a lo que resta de temporada y de cara a pelear por un título que ya no está tan lejos, a solo cinco partidos.
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