Ayoze Pérez, el talento canario del Betis que deslumbró en Newcastle, convence a De la Fuente

«¡A-you-se! ¡A-you-se!» gritaban hace una década enfervorecidos en St James' Park cuando un joven del pintoresco barrio tinerfeño de María Jiménez firmaba alguna que otra obra de arte vestido con la camiseta del Newcastle en la Premier League. Ayoze Pérez (Santa Cruz de Tenerife, 1993) emprendió a inicios del pasado año, y después de casi nueve años en Inglaterra, un viaje de vuelta a España, de donde salió tras deslumbrar en su Tenerife natal, para recalar en el Betis. Con los colores del club verdiblanco le llega una oportunidad más que merecida para el canario, en la prelista de 29 jugadores de Luis de la Fuente para la próxima Eurocopa de Alemania. «Creemos que teníamos que darle esta oportunidad. Es su momento y sabemos que lo va a aprovechar», dijo el técnico de Haro.

Es la primera llamada de la selección absoluta para el chicharrero, que está a dos meses de cumplir los 31 años, vive un momento extraordinario con el conjunto que dirige Manuel Pellegrini. El talentoso atacante se ha echado el equipo a la espalda en momentos de mayor dificultad y ha terminado a un nivel superlativo, con cinco goles en las últimas seis jornadas de Liga. A pesar de haberse perdido dos meses de competición por una serie lesión de tobillo, el polivalente ariete ha logrado 11 tantos y dos asistencias en los 37 partidos oficiales que ha jugado con el Betis, que jugará Europa la próxima temporada gracias en parte a las grandes actuaciones del canario, que concentra las esencias de la inagotable escuela del archipiélago, fábrica de regateadores y atacantes atractivos.

Con 1,78 metros de altura y con capacidad para partir desde la banda o la mediapunta, el canario -con ofertas de Madrid y Barça antes de recalar en la Premier- destaca por su aportación goleadora y sus asistencias, ya que ha anotado 80 tantos y dado 36 pases de gol en los 360 partidos desde que fuera jugador revelación de la Segunda División con el Tenerife. En su etapa en el Newcastle de Rafael Benítez, donde llegó a cambio de dos millones de euros, fue uno de los ídolos de la afición con su fútbol descarado y callejero; mientras que en el Leicester, que lo fichó por un montante de 33 millones de euros, no tuvo la continuidad esperada con Brendan Rodgers, un técnico de ideas bien distintas a las que llevaron a los Foxes a levantar el histórico título de 2016 con el italiano Claudio Ranieri. Una joya a un precio casi irrisorio para las urracas, con quien entró en el top ten de los goleadores históricos del club, y el más importante de ellos, Alan Shearer, se deshizo en elogios hacia el futbolista.

«Todo el mundo quiere ir a la Premier y yo me vengo. Era el momento de volver a España, a una buena edad, con buenos años por delante en mi carrera y sin haber debutado aún en Primera. Mentalmente, sentía la necesidad de regresar», dijo el delantero del Betis, sexto jugador con mayor número de goles de todos los tiempos en la Premier League, y que aterrizó en Sevilla para ser el rayo de sol que no solía vislumbrar en Reino Unido. «Mi vida se resumiría en dos palabras: constancia y resiliencia», destacó en una entrevista el jugador que dijo tener una corazonada con la llamad del seleccionador nacional tras disputar la última jornada en el Bernabéu ante el Madrid. «Es posible estar entre los elegidos». Acertó.

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