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FRANCISCO J. MOYA, IZANIA OLLO y JOSÉ MERLOS
Sábado, 8 de octubre 2022, 01:27
Se va sin querer irse. En realidad, Alejandro Valverde (Las Lumbreras, Murcia, 42 años) sigue siendo el mismo niño que ganaba todas las carreras en las que participaba y continúa disfrutando como un chiquillo de cada salida en bici con su grupeta de toda la vida. Además, se ve «muy competitivo» en cada prueba en la que participa. Segundo, cuarto y tercero han sido sus resultados en las tres carreras que ha disputado estos días en su última gira por Italia, donde ha rozado el palo en todos los finales y, además, fue de gran ayuda para que su compañero Enric Mas venciera el pasado sábado en el Giro dell'Emilia, sorprendiendo a todo un campeón como Tadej Pogacar. Pero se va porque es lo que toca. Así son las cosas. Hoy ha dado sus últimas pedaladas como profesional en Lombardia, donde ha logrado un formidable sexto puesto. Ha sido el último Monumento para el ciclista eterno, aquel al que llamaron el Imbatido cuando se presentó en la élite con fama de no perder ni una sola carrera.
«Viendo el estado de forma que tengo ahora mismo, que es el mismo que tenía hace diez años, y viendo que estoy con los mejores, me he llegado a plantear si continúo un año más», deslizó este martes Valverde. No se quiere ir porque no hay cosa que más le guste en el mundo que competir. Y, de hecho, lleva dos años posponiendo su retirada. En 2020 la aplazó por la pandemia. Y en 2021 no quiso retirarse porque le daba pena «hacerlo con las cunetas vacías» de público, debido a las restricciones por la crisis sanitaria del coronavirus.
Recuento de las victorias de su carrera
Cada espacio entre los radios corresponde a una victoria
Victoria de etapa
Victoria general
kelme
Vuelta al País Vasco
2003-2004
3ª etapa
23
22
1
21
2
20
3
19
4
18
5
17
6
16
7
15
8
14
9
13
10
12
11
Caisse D'Epargne
2005-2010
37
1
34
4
31
7
28
10
25
13
22
16
19
MOVISTAR
2012-2022
Mundial de
ciclismo
73
70
1
65
5
60
10
55
15
50
20
45
25
40
30
35
Recuento de las victorias de su carrera
Cada espacio entre los radios corresponde a una victoria
Victoria de etapa
Victoria general
kelme
2003-2004
Vuelta al País Vasco
3ª etapa
23
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Caisse D'Epargne
2005-2010
37
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Mundial de
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73
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Cada espacio entre los radios
corresponde a una victoria
Recuento de las victorias de su carrera
Victoria de etapa
Victoria general
kelme
2003-2004
Vuelta al País Vasco
3ª etapa
23
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Caisse D'Epargne
2005-2010
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Mundial de
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MOVISTAR
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2012-2022
65
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30
35
Recuento de las victorias de su carrera
Victoria de etapa
Victoria general
Cada espacio entre los radios
corresponde a una victoria
kelme
Caisse D'Epargne
2003-2004
2005-2010
37
Vuelta al País Vasco
1
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3ª etapa
22
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MOVISTAR
2012-2022
Mundial de
ciclismo
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En 2022 ha ido de homenaje en homenaje y en la pasada Vuelta a España fue protagonista de una de las imágenes de la temporada, cuando el pelotón le dejó ir por delante en la última etapa y, en solitario, recibió el cariño del público por las calles y plazas más emblemáticas de Madrid. Pese a ello, se resiste Valverde. No quiere, pero lo deja. «Está decidido ya y no voy a seguir. Creo que es mejor terminar así», zanjó el Bala antes de esta última cita en Lombardía, como queriendo convencerse a sí mismo de que los 42 años, los 133 triunfos conseguidos y sus dos décadas largas de brillante carrera deportiva merecen un final por todo lo alto. Esto se acaba hoy, al margen de una visita a Japón programada para el 6 de noviembre en la que Valverde participará, a modo de exhibición, en el Criterium de Saitama.
Por tanto, aquí lo deja el murciano, a quien ya le han asignado un nuevo rol en el Movistar, equipo con el que tiene contrato hasta 2024. Su representante Antonio Sánchez comentó el pasado miércoles a EFE que Valverde trabajará a partir de ahora en labores de representación y asesoramiento, aunque ya hay muchos que aseguran que más pronto que tarde se convertirá en director deportivo de su actual formación (cargo que ocupa desde 2013 Chente García Acosta) o de otro conjunto del UCI WorldTour.
En el Movistar valoran mucho la imagen de deportista ejemplar de Valverde y todo lo que puede enseñar a otros corredores, comenzando por los jóvenes que llegan desde abajo. Por ahí empezará Valverde, quien compatibilizará esa tarea con la de participar en actos y compromisos comerciales de Movistar. Seguirá echando una mano a su hermano Juan Francisco en el Team Valverde-Ricardo Fuentes, equipo sub-23 y con base en Murcia.
Valverde nunca se ha cansado de ganar. Y jamás ha escurrido el bulto. Maneja la presión como pocos. Es el único ciclista de la historia que ha terminado entre los diez primeros clasificados en la mayoría de carreras en las que ha participado. Y su insaciable apetito no conoce límites. Hasta el último día se ve con posibilidades de ganar, a pesar de sus 42 años y la nómina de inscritos en Lombardía: Tadej Pogacar, Jonas Vingegaard, Julian Alaphilippe, Mathieu van der Poel, Esteban Chaves, Aleksandr Vlasov, Adam Yates, Miguel Ángel López y Greg Van Avermaet, entre otros.
«Tanto Enric [Mas] como yo nos estamos encontrando bien. Si todo va bien, creo que soy uno de los favoritos; luego, la carrera, el estado de forma, que te encuentres bien… puede variar, pero a día de hoy, estoy bien para luchar por la carrera. Si estoy bien, el recorrido de 2022 me gusta más que el de otros años», explica el Bala con esa raza de campeón que siempre ha caracterizado a un ciclista único.
Porque en España hemos tenido a siete ganadores del Tour de Francia, Federico Martín Bahamontes (1959), Luis Ocaña (1973), Pedro Delgado (1988), Miguel Indurain (1991, 1992, 1993, 1994 y 1995), Óscar Pereiro (2006), Carlos Sastre (2008) y Alberto Contador (2007 y 2009), y la sensación es que todo lo que no sea al Tour no vale.
Pero Valverde, al que le ha costado ser profeta en su propia tierra, ha sido capaz de hacer entender al aficionado español que en el ciclismo no existe solo el Tour. «Si Valverde fuera belga, y no español, sería un mito del deporte», soltó el otro día en Mula su paisano y amigo, Luis León Sánchez. Y lleva razón.
Ha sido Valverde único para todo. Porque es uno de los pocos ciclistas profesionales españoles que no se ha mudado a Andorra, donde la mayoría fijan su residencia para huir de la alta carga tributaria existente en España. Su amigo José Joaquín Rojas, ciezano, el retirado Purito Rodríguez, Enric Mas, Carlos Verona, Rubén Plaza, Imanol Erviti, Beñat Intxausti, Dani Navarro, David de la Cruz, Iván García Cortina, el citado Luis León Sánchez y Juan José Lobato residen en Andorra, que también ha recibido en los últimos años a estrellas del pelotón como Dan Martin, Esteban Chaves, Egan Bernal, Simon Yates, Rohan Dennis, Julian Allaphilipe o Robert Gesink.
Valverde nunca ha querido irse de Murcia, donde lo tiene todo. Vive tranquilo en su chalé de Montepinar, en el camino que va de Cabezo de Torres a Cobatillas. Allí se aleja de los focos con su mujer, Natalia Benito, y sus cinco hijos (Alejandro, quien juega en las categorías inferiores del Levante, e Iván, nacidos de su primer matrimonio con Ángela González, y Pablo, Natalia y Alessandra de su segundo). Y desde allí sale cada mañana a entrenar con sus amigos de siempre, en dirección a Sierra Espuña, el Mar Menor o el Noroeste.
Se retira del ciclismo profesional, pero seguirá entrenando y es muy probable que el año que viene participe en exhibiciones o carreras de índole amateur. «Dejo el ciclismo a mi máximo nivel. Aunque no haga nada [hoy] en Lombardía me voy muy contento, porque mi nivel en estas tres últimas carreras ha sido increíble», reconoce Valverde, a quien quizás le ha faltado un puntito más para rematar y haber ganado una de ellas. No obstante, los datos dicen que su velocidad (14 segundos a 993 watios) en el esprint del pasado martes en la clásica de los Tres Valles Varesinos, donde fue superado por Pogacar e Higuita, fue la misma que en el que le dio la victoria en Valencia hace cuatro años (14 segundos a 999 watios), en el que fue su primer triunfo tras la grave caída que sufrió en el Tour de 2017 en la crono inaugural de Düsseldorf.
Abandon Valverde! pic.twitter.com/SFMlIh6yxk #TdF2017
Cycling fans (@fans_cycling) July 1, 2017
Aquella caída, por cierto, estuvo a punto de adelantar su retirada del ciclismo. Y pudo quedarse cojo para el resto de su vida. Valverde chocó violentamente contra las vallas, sin protección. Sufrió cortes profundos en la tibia y la rótula izquierda, y numerosos golpes en ese costado. Se fracturó la rótula izquierda, se partió la rodilla en dos y se destrozó el astrágalo del tobillo. En ocho meses estaba de vuelta y siguió ganando. En el primer mes tras su reaparición, cinco victorias menores. 14 meses después de aquel gravísimo accidente en Düsseldorf se coronó en Innsbruck, en el éxito más especial de su impresionante trayectoria. Valverde ganó el Mundial de 2018 en un esprint de 300 metros para la historia del ciclismo español, en el que puso su cuerpo a una intensidad del 284% y su bici alcanzó una velocidad de 60,4 km/h. Voló el Bala. Y luego lloró. Como llora hoy todo el ciclismo mundial por el adiós de la leyenda murciana.
En el primer mes tras su reaparición, cinco victorias menores. 14 meses después de aquel gravísimo accidente en Düsseldorf se coronó en Innsbruck, en el éxito más especial de su impresionante trayectoria. Valverde ganó el Mundial de 2018 en un esprint de 300 metros para la historia del ciclismo español, en el que puso su cuerpo a una intensidad del 284% y su bico alcanzó una velocidad de 60,4 km/h. Voló el Bala. Y luego lloró.
Una Vuelta a España, un oro Mundial, cuatro Liejas, podios y etapas en las tres grandes, cinco Flechas Valonas... Un palmarés deslumbrante que cualquier ciclista firmaría con los ojos cerrados. Sin embargo, Alejandro Valverde ha sido tan bueno que algunos piensan que podía haberse retirado con una hoja de servicio aún más increíble, si hubiera elegido mejor los calendarios y no se hubiera obsesionado con el Tour de Francia, una carrera que él no tenía en sus piernas.
Esta semana se lo preguntaron, de nuevo, en Italia. «¿Mi calendario? Lo mantendría, no cambiaría absolutamente nada. ¿Haber ganado otras carreras? No sabría decir, porque las he ganado casi todas (risas). Hacer podio en el Tour es como si hubiese ganado. Y yo con ganar un Mundial me conformaba», respondió el ciclista de Las Lumbreras.
Ya es casualidad (o no) que esté siendo en las carreteras italianas, las mismas por las que no pudo circular el murciano entre 2009 y 2011 por una controvertida sanción del CONI debido a su presunta implicación en la Operación Puerto, donde Valverde haya decidido escribir las últimas páginas de una carrera irrepetible.
Le faltó el Tour, dicen algunos. Tal vez le sobró, responden otros, ya que no era un ciclista para ganar pruebas de tres semanas. «Mi cambio de chip se produjo sobre el podio del Tour, en el 2015 [fue tercero]. Allí me quité toda la presión. Había perseguido ese podio toda mi vida y ya lo tenía. Desde entonces me liberé», reconoce Valverde.
En la Clásica de las hojas muertas, donde hoy se despide junto a otro ciclista eterno como Vincenzo Nibali, Valverde se ve con opciones. El recorrido, 253 kms con salida en Bérgamo y llegada al lago de Como, en la que se incluye y la mítica subida de Civiglio, le gusta. «Solo falta poner la guinda y que seamos capaces de estar con los mejores», dice.
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