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El astrofísico Adriano Campo Bagatin, en su despacho de la Universidad de Alicante. Roberto Ruiz (Taller Imagen UA)
«El choque de un asteroide es una catástrofe natural que puede prevenirse»
Adriano Campo Bagatin | Astrofísico de la misión DART

«El choque de un asteroide es una catástrofe natural que puede prevenirse»

«Es posible que en la próxima década se conozca el objeto que puede colisionar con la Tierra en 100 o 200 años o que se descarte ese riesgo», dice el investigador de la Universidad de Alicante

Sábado, 22 de octubre 2022, 23:46

«Si hubiera una alerta de colisión para dentro de diez años, se podrían enviar tres, cuatro o cinco sondas como DART para desviar el objeto», dice Adriano Campo Bagatin, astrofísico de la Universidad de Alicante, sobre la posible detección de un asteroide en rumbo ... a la Tierra. En estos momentos, no hay constancia de ninguno que suponga una amenaza, asegura este científico, miembro del Comité Coordinador de la misión AIDA (Evaluación de Impacto y Desvío de Asteroide, en inglés), formada por las de las sondas DART y Hera. Él y su equipo siguieron con emoción el 26 de septiembre el choque de DART contra el asteroide Dimorphos, a 11 millones de kilómetros de la Tierra, para intentar desviarlo de su trayectoria.

– ¿Cómo vivió el impacto de DART contra Dimorphos?

– Con todo el grupo. Fue algo muy emocionante. Llevábamos ya días con el gusanillo de ver qué pasaba. Y la última hora, cuando DART se acercaba poco a poco a su objetivo, fue muy emocionante. Puede sonar un poco friki, pero para nosotros fue así.

– El acercamiento y las últimas imágenes que mandó la sonda de la NASA parecen de una película de ciencia ficción.

– Sí, la verdad es que sí. No fue como esas misiones en las que la sonda va llegando lentamente, empiezas a ver cosas desde uno o dos días antes porque va frenando para entrar en órbita. Fue todo muy abrupto. La sonda llega, en media hora empiezas a ver cosas, ves los últimos segundos y desaparece la imagen. Y al día siguiente solo tienes las imágenes del CubeSat italiano que te muestran más o menos lo que ha ocurrido.

– Han visto que Dimorphos es un montón de escombros, ¿no?

– Eso parece. Tiene en la superficie pedruscos muy grandes, de 10 a 20 metros, y prácticamente nada de material fino, nada de regolito como el de la Luna. Eso nos lleva a pensar que es un cúmulo de escombros, posiblemente debido a su origen como luna de Didymos.

«El secreto es la antelación»

– Porque estamos hablando de un sistema de dos asteroides.

– De un sistema binario, de los que hay bastantes. Hay varias teorías sobre su origen. Una es que el cuerpo primario se haya ido acelerando, por impactos u otros efectos, y al final haya superado el límite de estabilidad y empezado a soltar material, que luego se ha acumulado en órbita y formado una luna. No está claro si todos los materiales que forman Dimorphos son poca cosa o si hay una semilla gorda, un objeto de unos 50 o 60 metros alrededor del cual se han ido acumulando los escombros. Eso nos lo dirá la sonda europea Hera, que llegará allí a finales de 2026, estará seis meses en órbita y tiene instrumentos para ver la estructura interna del asteroide.

– Se ha desviado la trayectoria de Dimorphos haciendo chocar contra él una sonda del tamaño de una máquina de refrescos.

– Sí, fue más o menos así. La sonda tenía una masa de unos 580 kilos y el impacto fue a unos 23.000 kilómetros por hora. El choque ha conseguido que la órbita de Dimorphos alrededor de Didymos haya pasado de poco menos de doce horas a poco menos de once horas y media. Se ha cambiado una media hora, que es mucho. Se pensaba que iban a ser cinco o diez minutos.

Didymos y Dimorphos, con el material eyectado tras el impacto de DART en el segundo, fotografiados por el CubeSat iltaliano LICIACube. ASI/NASA

– No está mal para es un primer ensayo.

– Sí. DART es un primer ensayo para ver si somos capaces de defendernos de un asteroide. Parece ser que sí, que lo somos. Otra cosa es cuáles sean las características del asteroide que en el futuro suponga una amenaza. A este le hemos cambiado la velocidad en poco más de 2 milímetros y medio por segundo. Eso es muy poquito. Pero es que el secreto de la estrategia de mitigación del riesgo mediante una colisión es la antelación.

– Hacerlo cuanto antes.

– Imaginemos un objeto del tamaño de Dimorphos que pudiera colisionar con la Tierra. Si hiciéramos lo que hemos hecho con DART, la desviación se tendría que acumular durante décadas para evitar el impacto. Necesitamos conocer con toda la antelación posible los objetos que puedan estar en ruta de colisión con la Tierra. Eso es fundamental.

– Ya conocen los más grandes, ¿verdad?

– Conocemos los más grandes, pero del tamaño de Dimorphos conocemos pocos. Por eso hay que hacer un esfuerzo para descubrirlos y conocer sus órbitas. La antelación es lo que nos salvará. Pero tampoco hay que ser pesimistas. Si hubiera una alerta de colisión para dentro de diez años, se podrían enviar tres, cuatro o cinco sondas como DART para desviar el objeto. Eso sí, si la amenaza es a un año vista, no hay tiempo para nada porque una misión así es muy complicada de planificar y no se puede lanzar en cualquier momento.

Impacto en la península

– ¿Qué efectos puede tener el impacto de un objeto como Dimorphos?

– Por debajo de los 50 metros y dependiendo de su composición, la atmósfera nos protege y los quema en la entrada. Aunque eso tampoco es inocuo. La explosión de un objeto de 50 metros en la alta atmósfera puede tener efectos parecidos a lo que ocurrió en Tunguska en 1908, cuando una explosión así arrasó 2.000 kilómetros cuadrados de bosque. Pero no es lo mismo que si llega al suelo. Por encima de ese tamaño, empieza a ser necesario desviarlo. El problema con los de entre 50 y 500 metros es que conocemos el 30%. Más grandes los conocemos prácticamente todos. Quedarán uno o dos por descubrir y es muy improbable que sean peligrosos.

– ¿Qué pasaría si una roca como Dimorphos impactara en el centro de la península ibérica, en Madrid?

– Sería bastante desastroso. Un objeto de casi 200 metros podría abrir un cráter de unos 5 kilómetros de diámetro. Se podría, por ejemplo, evacuar Madrid y evitar víctimas humanas, pero el daño en infraestructuras y económico sería insoportable. Por otra parte, además de los incendios, los millones de metros cúbicos de tierra que saldrían disparados hacia la atmósfera podrían provocar un año sin verano, con perdidas de cosechas, hambrunas...

Dimorphos, fotografiado por la sonda DART segundos antes del impacto. NASA/Johns Hopkins APL

– ¿Partir el asteroide como hacen Bruce Willis y compañía en la película 'Armageddon' está descartado?

– Se necesita mucha energía para romper completamente un objeto de este tipo. Igual habría que usar tecnología nuclear. Lo más probable es que no vaya a haber en los próximos siglos ningún objeto de un kilómetro que impacte contra la Tierra, porque los conocemos casi todos. ¿Qué haríamos en caso de que existiera ese riesgo? Sabiéndolo con una antelación de siglos, se podría inventar para desviarlo alguna tecnología que hoy es ciencia ficción o bien utlizar cargas nucleares para destruirlo si no hay mucho tiempo. ¿Pero cómo subes cargas nucleares a un cohete sin que nadie proteste? Imaginemos que, aún así, conseguimos romperlo. Luego iba a haber una lluvia de fragmentos que podría durar días o meses, fragmentos que, si hemos roto el objeto con bombas nucleares, igual son radiactivos. El problema no es tan sencillo. 

– Cada dos por tres hay quien alerta de un asteroide en rumbo de colisión con la Tierra, pero no hay ninguno, ¿verdad?

– No, que se conozca no hay ninguno. Es posible que en la próxima década, gracias a los nuevos observatorios, se conozca el asteroide que puede colisionar con la Tierra en 100 o 200 años o que se descarte ese riesgo.

– ¿Se invierte lo suficiente en defensa planetaria?

– La situación ha mejorado muchísimo respecto a hace 20 años. Ahora tenemos varios programas de búsqueda de estos objetos y además, tras comprobar que podemos desviar uno, estamos en una situación muchísimo mejor. El choque de un asteroide es una catástrofe natural que puede prevenirse. Podemos descubrir el objeto peligroso e intentar desviarlo o lo que sea.

– ¿Ha empezado a pensarse en una segunda prueba de defensa planetaria después de DART?

– Que yo sepa no hay nada por parte de la ESA y de la NASA.

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