Castilla y León

Tobalina critica el riesgo para las plantas automovilísticas del «exceso de capacidades» en Europa

El viceconsejero de Economía y Competitividad de la Junta de Castilla y León, Carlos Martín Tobalina, cargó este jueves en Valladolid contra el «exceso de capacidades» en la Unión Europea, lo que, a su juicio, supone un riesgo del cierre de fábricas del sector de la automoción en el Viejo Continente, España y Castilla y León, con la consolidaciones empresariales. «En este escenario con medidas arancelarias, solo saldrán ganando los que sean más competitivos», aseveró.

Con motivo de su intervención en la inauguración del 29 Congreso de Calidad en la Automoción, Martín Tobalina apostó por un mercado laboral flexible, al hablar de la industria; la productividad como única salida; un marco fiscal adecuado, que de garantía y confianza a las empresas internacionales que tienen que invertir en España para asegurar la actividad; captar el talento y un marco energético beneficioso y con capacidad para dar suministro a todas las plantas, con un precio adecuado. «Energía renovable, si es posible, pero también barata», manifestó.

Por último, demandó, según recogió la Agencia Ical, un marco de ayudas europeas que no penalice a las empresas y las pymes de capital europeo e internacional, que desarrollan su actividad en el país. «A día de hoy, se ven afectados y con el riesgo de subsistir. En la automoción, el existir y mantener la actividad ya es un lujo», sentenció. También se refirió a la amenaza de China, «cuando ya está aquí e incluso forma parte, afortunadamente, del accionariado de algunas empresas de la comunidad» -en referencia a Horse-. «Tal vez, la amenaza que quiere trasladar Europa esconde la debilidad del sector. Hay que ponerse las pilas y exigir reacción a nivel nacional, autonómico, local y europeo para ir de la mano en esas políticas», añadió.

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En cuanto a los retos del sector, el viceconsejero reconoció la necesidad de ir hacia un proceso de descarbonización, adaptarse a las tendencias tecnológicas que pasan por la progresiva electrificación y la apuesta por el vehículo autónomo así como caminar hacia una transición «justa» e «inteligente» para evitar el cierre de empresas y los despidos de trabajadores. «Todos los que tenemos responsabilidades en la gestión pública debemos reflexionar, claramente y sin eufemismos, sobre el presente y el futuro de esta cuestión», subrayó.

En este sentido, apostó por la adopción de medidas, como las anunciadas recientemente por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, con un plan de acción que contempla el mantenimiento de los objetivos de descarbonización, se flexibilizan las medidas sancionadoras que ponían en peligros plantas en toda Europa, al enfrentarse a multas millonarias por no llegar a los topes de emisión en 2025, al obligar a la paralización de la producción de vehículos híbridos. Además, se habla de inversión en innovación y tecnología.

En un momento de ralentización económica a nivel mundial, que afecta directamente al futuro del sector de la automoción, mostró una gran preocupación. Lamentó el «excesivo» proteccionismo en el mundo, que es algo con lo que no hay que alarmarse por que ya se venía anunciado desde el año pasado. «Lo que iba a ocurrir, está ocurriendo», señaló. Todo ello, a su juicio, hace que la economía española sea más vulnerable ante el choque de dos placas tectónicas entre los grandes bloques comerciales internacionales.

«Los aranceles nos hacen más débiles y convierten a las economías más vulnerables, más inflacionarias, además de perder competitividad y capacidad de adquisición, por lo que hay un riesgo de una progresiva ralentización económica. No hablo aún de recesión, aunque es algo que ocurre en Alemania», aseveró. Un escenario que, añadió, afectará a la automoción al ser un sector globalizado, que tiene lugar en un mercado «menguante» y que «escasea» por la pérdida de competitividad en Europa.

Por último, Tobalina reafirmó la importancia de la industria de la automoción en Castilla y León, al suponer el 25% del Producto Interior Bruto (PIB) industrial, además de dar empleo, de forma directa, a 34.000 personas y que llega a 100.000 trabajadores de manera inducida. Además, afecta de manera fundamental a la exportaciones, al suponer el 70% del total, y a la inversión directa extranjera. «En la comunidad, se hablan muchos idiomas gracias a la automoción, lo que demuestra que es un sector absolutamente internacionalizado, desde hace 75 años», precisó.

En el mismo sentido, se pronunció el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, quien aseguró que la automoción en la ciudad es la «espina dorsal» de la vida de los vallisoletanos y será un referente, tras mencionar empresas grandes como Renault, Horse, Iveco y Michelin. Precisó que unas 20.000 familias viven del sector y con una aportación «esencial» al PIB local. «Esto es posible gracias al esfuerzo de los empresarios y los trabajadores», declaró.

Consciente de eses peso tan importante, recordó que el equipo de Gobierno municipal decidió constituir una Mesa de la Automoción, a la que invitarán a la Asociación Española para la Calidad y así poder abordar aspectos tan relevantes como el medio ambiente, la digitalización y la tecnología y los recursos humanos. Además, reclamó que los nuevos procesos se realicen de forma «ordenada», «planificada» y con «toda la sensatez del mundo».

También, se refirió al escenario proteccionista, con el que hay dos opciones. Por un lado, «esconderse bajo el ala y esperar a que eso no sea una realidad hasta que llegue el batacazo», y, por otro, «ponerse manos a la obra» que es lo que realiza el Ayuntamiento, además de exigir a la Unión Europea y al Gobierno de España a adoptar medidas para que las empresas del sector mantengan la competitividad y la calidad.