Los ganaderos se muestran «muy preocupados» por el regreso de la viruela ovina a España

Lo que se está haciendo para evitar que la viruela ovina se propague es lo que marca la normativa europea: el sacrificio de todos los animales del brote, la eliminación de los cadáveres, la desinfección de la explotación, la creación de un anillo de seguridad de 3 kilómetros en el que se vacuna y se controla que no se muevan animales y de otro anillo de diez kilómetros en el que no se permite salir a ningún animal sin comprobar que está sano.

Pese a los temores de los ganaderos, el presidente del Consejo de Colegios de Veterinarios de Castilla y León, Luciano Díez, es optimista. «La viruela ovina no se contagia a las personas. Creo que si la gente colabora y no oculta los datos, esta enfermedad no será tan expansiva como pudo ser la peste porcina. Si nadie miente, u oculta la verdad, lo normal es que esto se quede en estos focos y no vaya a más», afirma Díez.

La viruela ovina está considerada erradicada en España desde 1968 y los últimos focos detectados en Europa -concretamente en Grecia y Bulgaria en el año 2014- fueron esporádicos. Luciano Díez tiene clara la razón por la que se ha vuelto a propagar esta enfermedad en España. «Ahora el movimiento de animales es imparable. Puede haber entrado por una zona de África, tal vez irregularmente, o sin sintomatología en algún lote que se ha traído para España», explica.

La aparición de estos brotes, que han obligado, de momento, a sacrificar más de 14.000 animales, llega en un momento crítico para los ganaderos de ovino de carne, tal y como reconoce el presidente de la IGP Lechazo de Castilla y León. «La viruela nos preocupa, pero lo que nos quita el sueño de verdad es que solo servimos para que los políticos vengan a hacerse la foto en la campaña electoral. Medidas en favor de lo nuestro no hemos visto ninguna y si no se hace nada, los rebaños desaparecerán porque la edad media de los ganaderos es muy alta y las bajas son continuas», explica José Luis Fraile, que asegura que «en los últimos siete años se ha perdido el 30% de las ganaderías de ovino de carne en Castilla y León».

Esta no es la primera enfermedad que pone en alerta este año a los ganaderos de Castilla y León, que en abril contemplaron como la gripe aviar afectaba a tres explotaciones. «En ese momento la enfermedad no se extendió y esperamos que en esta ocasión suceda lo mismo», concluye el presidente del Consejo De Colegios De Veterinarios de Castilla y León.