Busquemos la igualdad territorial en Castilla y León

Cuando se cumplen 40 años del nacimiento del Estatuto de Autonomía de Castilla y León podemos decir que no son muchos los aspectos que han cambiado desde entonces.

Como bien es sabido, el Estatuto castellano y leonés nace de un amplio consenso entre las principales fuerzas políticas del momento, y no sin dificultades. A pesar de ello, esas diferencias quedaron a un lado y se impusieron el diálogo y el bien común de los castellanos y leoneses. Y creo que ese es, precisamente, uno de los objetivos de nuestra norma básica. Y es que precisamente así lo dice el apartado 3 del artículo 43, que establece que la Comunidad de Castilla y León promoverá «la cohesión y el equilibrio de todos sus territorios, con especial atención a las zonas periféricas y a las más despobladas y desfavorecidas». Algo que, en la práctica, no se está cumpliendo.

Y como no se está cumpliendo, tenemos provincias como Ávila, periféricas y en clara desventaja con el resto: incomunicadas con la autovía; con un transporte ferroviario deficiente; sin oportunidades laborales, pero con mucho potencial para salvar estas desventajas y situarla igual que el resto. En Ávila no queremos ser más que nadie; queremos simplemente que se cumpla con el artículo 43.3 de nuestro Estatuto para ser iguales que el resto. Porque si una sola provincia de Castilla y León no va bien, Castilla y León no va bien.

Tenemos que «hacer comunidad», y eso se consigue implicando a las 9 provincias por igual, algo que también recoge nuestro Estatuto, invirtiendo mejor en las zonas rurales y más alejadas de los grandes núcleos urbanos; que las inversiones en cada provincia sean acordes con las necesidades de las mismas, sin agravios comparativos y sin diferencias entre unos ciudadanos y otros. En definitiva, que se cumpla con el principio de igualdad que proclama nuestro Estatuto. Porque todavía nos queda mucho por mejorar y son muchos los aspectos que hay que perfeccionar, entre ellos, que todos los castellanos y leoneses, vivan donde vivan, se sientan igual de castellanos y leoneses. Que ningún ciudadano se sienta más castellano y leonés que otro por el simple hecho de vivir en una u otra provincia. Y que la Junta de Castilla y León, por supuesto, trabaje por igual y con el mismo ahínco por todas las provincias.

• Temas
• Cortes de Castilla y León
• Castilla y León
• Estatuto de Autonomía de Castilla y León