La 'Leonormanía' toma las calles de Madrid

«Vivir la historia es muy bonito», sentencia. Una frase que bien puede reflejar el sentir de quienes esta mañana de frío otoñal se han echado a la calle a celebrar, como si fuera un festejo de familia, la asunción de responsabilidades de Estado por la princesa de Asturias en su mayoría de edad.

Ese souvenir, la chapa de la princesa de Asturias, no será fácil de encontrar. En ninguna de las tres tiendas que se abren a los clientes entre la madrileña Puerta del Sol y el inicio de la Carrera de San Jerónimo hay recuerdos de Leonor de Borbón Ortiz. «No sé si los dueños del negocio son republicanos o qué, pero no nos han mandado nada», explica una dependienta. «Ya vinieron ayer varias personas preguntando por chapas y tazas», constatan en otro local. En los contados establecimientos en los que sí se vendía algún recuerdo conmemorativo, se agotaron pronto.

A falta de marketing específico, María de los Ángeles ha colocado una bandera de Asturias delante de la valla que protege el perímetro del Congreso, vestido hoy de gala, por fuera, y con los atuendos de sus señorías en los escaños. «¿No es la princesa de Asturias? Pues eso», justifica esta madrileña que no se pierde un acto de la familia real. «En la boda de Felipe y Letizia me levanté a las tres de la mañana para estar en el Patio de Armas», narra ufana.

Este 31 de octubre no ha tenido que madrugar mucho menos, lleva desde las ocho buscando el mejor emplazamiento para ver pasar a la heredera al trono. Un periplo que empezó en la plaza de Neptuno y que ha terminado en Canalejas, el punto más cercano al que la Policía permite acceder a los viandantes. En él ha conocido a María y Emilio, que han llegado a Madrid desde Talavera de la Reina, en Toledo. «Conocí al Rey cuando era príncipe, vino a inaugurar el mercado de ganado con Juan Carlos. Me hace ilusión ver a su hija», relatan.

Jubilados, estudiantes, turistas despistados y otros plenamente conscientes de la envergadura simbólica del acto se concentran a la espera del paso de la princesa Leonor en Sol. Y entre ellos se dan cita «'fanes' declarados» de la heredera, cuya puesta de largo pública en el último mes, entre la jura de bandera en la academia militar de Zaragoza, el brillo de los premios Princesa de Asturias y la ceremonia de este martes en la sesión conjunta de las Cortes, ha concitado el interés popular después de años turbulentos para la monarquía.

Es el caso de Andrés y Nina, de 20 y 21 años, que hoy han aparcado sus tareas de estudiantes para vivir «un día muy importante para España, que solo sucede cada cierto tiempo y que puede que no vuelva a ocurrir nunca», evidencian y aventuran.

-¿Creéis que Leonor llegará a ser reina?

-Ojalá.

Más convencidas al respecto se muestran Irene y María, dos veinteañeras que estudian en la capital y que responden, rotundas, que Leonor reinará. «Está muy bien preparada y a la gente le gusta mucho», justifican. Cerca, Javier, de 16 años, ha acudido con su padre y su hermano. «La Corona es uno de los pocos símbolos que quedan de la unidad de España. La Familia Real siempre me ha gustado mucho, Leonor transmite mucha empatía y lo hace muy bien», describe. Estudia en el Liceo francés y esta semana tiene vacaciones, lo que le ha permitido seguir el paso de la comitiva.

Y es que a falta de 'merchandising', buenas son las redes sociales. La 'tik-toker' Nuria Marín, de Royal Salseo, es una de las fuentes de comentario para los jóvenes. Una influencia que traspasa fronteras. Las hijas pequeñas de Aurelie, Beatrice y Eloise, francesas de 16 y 13 años, también buscan su sitio en primera fila. La ceremonia les ha pillado por casualidad pasando unos días en la capital española. «Son fans de Leonor, no sé muy bien por qué, supongo que porque tienen una edad parecida. Saben de ella a través de las redes sociales», señala su madre.

Al paso del Rolls Royce Phantom IV y tras un intento de entonar el cumpleaños feliz al unísono, cientos de personas intentaban captar el momento con sus móviles. «Qué belleza», «Qué linda», se escucha entre las prietas filas de curiosos y monárquicos convencidos, unos elogios acompañados de gritos de 'Viva España'. Pero también se escuchan sonoros pitidos a los presidentes del Congreso, Francina Armengol, y del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, al verles aparecer en las pantallas habilitadas y consignas contra Pedro Sánchez. Las negociaciones de investidura con los independentistas permean el día de fiesta.